El Ministerio de Energía y Minas anunció este miércoles 28 de mayo sobre la suspensión de actividades en cuatro concesiones mineras de la firma china Terraearth Resources S.A., ubicadas en la provincia de Napo.
A través de una resolución, la Coordinación Zonal Norte resolvió suspender las actividades de exploración y explotación en las concesiones Talag, Confluencia, Anzu Norte y El Icho, que forman parte del proyecto minero Tena.
Lea también | Refinería de Esmeraldas en emergencia: sufrió daños técnicos y eléctricos tras incendio de gran magnitud
La disposición fue emitida con base en los informes emitidos por el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), que constató que las concesiones incumplieron con la normativa ambiental y sectorial vigente.
Además, se evidenció "el incumplimiento del plan de manejo ambiental aprobado y la transgresión de las obligaciones establecidas en la licencia ambiental".
La suspensión se mantendrá vigente hasta que el MAATE levante la medida sobre la licencia ambiental, conforme a lo dispuesto en los artículos 58, 70 y 79 de la Ley de Minería.
La resolución de suspensión de actividades para la exploración y explotación simultáneas, fue notificada a la compañía TERRAEARTH RESOURCES S.A., titular minera de las concesiones, que deberá cumplir con las medidas correctivas impuestas, estas son las medidas de reparación ambiental, según lo establece la Constitución y el Reglamento al Código Orgánico del Ambiente.
Por último, el Gobierno Nacional manifestó que "trabaja de manera permanente en el seguimiento, control y vigilancia de las actividades mineras, con el objetivo firme de que se establezca una industria responsable que cumpla estrictamente con la legislación vigente y se encamine a la consolidación de un sector ambientalmente sostenible y respetuoso con las comunidades de influencia".
El Gobierno también mantiene controles para evitar la minería ilegal que se ha registrado en provincias como Orellana y Napo, donde recientemente fueron asesinados once militares que participaban en un operativo, y que fueron emboscados por el grupo Comando de la Frontera, disidentes de la exguerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).