Los trabajos de la 47 Asamblea General de la OEA concluyen este miércoles en el balneario mexicano de Cancún acelerando esfuerzos en busca de acordar y votar una resolución sobre la crisis política en Venezuela, donde ya suman 74 muertos en 82 días de protestas opositoras.
El caso Venezuela ha desatado intensos debates entre la delegación venezolana y países críticos del gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien en abril ordenó el retiro de su país de la OEA, un proceso que se concretará en dos años.
Venezuela participa así en su última Asamblea General de la OEA, organismo del que "no aceptará nada, ni necesita nada", según dijo su canciller Delcy Rodríguez.
En la plenaria del martes, Rodríguez intercambió críticas y descalificaciones con delegados de distintos países al convertirse una eventual resolución sobre Venezuela en tema dominante de la reunión.
"Este es un momento de desafío para la OEA, para demostrar su relevancia, su compromiso con la Carta (Democrática), de hacer lo correcto por el pueblo de Venezuela, no es intervenir en Venezuela, es dar un modesto paso", dijo en la plenaria John S. Sullivan, subsecretario de Estado estadounidense.
Sullivan urgió a las delegaciones a aprobar una propuesta promovida por México que entre otros puntos busca crear un "grupo de contacto" para facilitar la negociación entre gobierno y oposición venezolanos, pero que el lunes no alcanzó los 23 votos de 34 delegaciones que requería en una sesión especial realizada al margen de la Asamblea.
La canciller Rodríguez se presentó ante la prensa para proclamar que su país se retira "victorioso" de su última Asamblea General y lamentó que Estados Unidos viniera a "rogar que la OEA no se podía ir sin nada sobre Venezuela".
Los promotores de la resolución sobre Venezuela no consiguieron el lunes poner de su lado a todos los países caribeños de la Caricom, que suman 14 votos y que se benefician de las entregas de petróleo venezolano.
Nicaragua, Ecuador y Bolivia son los más firmes aliados de Venezuela en la Asamblea General y se anticipa un voto en contra en caso de que se vote una resolución.
La noche del martes los promotores de la resolución seguían en su trabajo de convencimiento entre los caribeños y El Salvador, que ha mostrado reservas.