Elon Musk calificó a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) como una "organización criminal" y anunció que el presidente Donald Trump está de acuerdo con cerrarla. Por su parte, el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, aprovechó para lanzar crítica en contra de la agencia estadounidense en mención.
Al mando del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, siglas en inglés), Musk ha recibido la tarea de recortar los empleos del gobierno y lo que considera gastos innecesarios.
Mientras que, la Usaid es una entidad independiente creada por una ley del Congreso, que tiene un presupuesto de 42.800 millones de dólares destinados a ayuda humanitaria y a asistencia al desarrollo en todo el mundo.
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Las declaraciones sobre el futuro de la agencia por parte de Musk surgen tras la decisión de Trump de congelar las ayudas de Washington a otros países por tres meses mientras se comprueba si ese gasto responde a los intereses del país.
El presupuesto de Usaid superó durante la Presidencia de Joe Biden los 60.000 millones de dólares.
El multimillonario calificó este domingo en su red social X a Usaid de “organización criminal” y agregó que "es el momento de que muera".
Asimismo, Trump también señaló que la agencia, creada en 1961 y que cuenta con más de 10.000 empleados, estaba dirigida por "lunáticos radicales".
La dependencia encargada de la ayuda humanitaria estadounidense "ha sido dirigida por un puñado de lunáticos radicales, y vamos a sacarlos... y entonces tomaremos una decisión (sobre su futuro)", dijo el mandatario sin dar más detalles.
En medio de la controversia en EE.UU., el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, afirmó que la mayoría de los gobiernos no quieren que los fondos de USAID fluyan a sus países "porque entienden dónde termina realmente gran parte de ese dinero".
Bukele aseguró que los fondos, presentados como apoyo al desarrollo, la democracia y los derechos humanos, terminan siendo dirigidos a grupos de oposición, ONG con agendas políticas y movimientos desestabilizadores.
"En el mejor de los casos, tal vez el 10% del dinero llega a proyectos reales que ayudan a la gente necesitada (hay casos de ese tipo), pero el resto se utiliza para alimentar el disenso, financiar protestas y socavar a las administraciones que se niegan a alinearse con la agenda globalista", apuntó el mandatario en la red social X.
Por último, Bukele sentenció que "recortar esta llamada ayuda no sólo es beneficioso para Estados Unidos; también es una gran victoria para el resto del mundo".
En torno a la congelación de la actividad de Usaid o su cierre, se ha advertido del riesgo con los programas que dependen de la ayuda de millones de dólares que presta a otros países con el fin de mejorar las condiciones de vida a través de oportunidades económicas lícitas, la construcción de capacidad institucional local para responder a las necesidades sociales o la ampliación del acceso a los servicios financieros, entre otros.