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Sacudón

viernes, 17 febrero 2023 - 10:55
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    Estudios políticos han dado una ventaja de un 40 por ciento para que quienes están en un cargo de elección popular sean reelectos. Las razones son obvias: tienen una gran cobertura en medios, lo cual es una gran desventaja para alguien que compite en su contra. No obstante, después de la pandemia la ventaja ha podido ser descontada con mayor facilidad. Al menos eso lo demuestran las recientes elecciones seccionales del país. Los alcaldes de las ciudades más pobladas perdieron la reelección: Guayaquil, Quito, Cuenca, Esmeraldas, Milagro, Ibarra, Durán, entre otras jubilaron a sus burgomaestres.

    El poder desgasta y desgasta rápidamente y los errores pasaban factura. Nada más evidente en Guayaquil, donde la alcaldesa Cynthia Viteri enterró 31 años de dominio socialcristiano. En medio de dos crisis descomunales como la pandemia del COVID-19 que se ensañó con Guayaquil y la violencia generalizada que cobra decenas de muertos al día, ella fue arrogante y se dedicó a criticar, demandar y no a aunar esfuerzos con dos presidentes de tendencias distintas: Lenín Moreno y Guillermo Lasso.

    En Quito, las elecciones en las cuales participó Jorge Yunda, quien había sido destituido también constituyeron un rechazo a su gestión ineficiente que no pudo poner en marcha el proyecto emblemático como el Metro ni atender otras demandas también importantes.

    En Cuenca, un alcalde joven, no político como Pedro Palacios igualmente se desgastó por los retrasos en poner en marcha el Tranvía, por aminorar el problema de la delincuencia y la imposición de multas por velocidad, a través de radares.

    La dispersión electoral ayudó a que el partido que ha mantenido un voto duro de entre 25 y 30 por ciento, la Revolución Ciudadana consiga las alcaldías de las ciudades más importantes. Está, además, en el imaginario popular el recuerdo de una época de bonanza donde hubo muchas obras, indistintamente de la calidad de estas, para optar por este regreso al pasado.

    Sin embargo, esta vitrina nacional exigirá a estos nuevos funcionarios eficiencia, acciones rápidas y colaboración con otros segmentos sociales distintos a su ideología para lidiar con problemas profundos, que no pueden esperar, porque de lo contrario también serán afectados a futuro en las preferencias electorales.

    El voto de la gente es utilitario y en ninguna otra función es más utilitario que en la de los gobiernos seccionales, que son quienes están en cercanía con los electores. Una de las bondades de un sistema democrático pleno es la posibilidad de cambiar a quienes no realizan su trabajo correctamente. A diferencia de los sistemas autoritarios, donde los errores perduran porque nadie es capaz de decirle al líder máximo, que se ha equivocado. Casos recientes: el manejo de Putin a la guerra en Ucrania y la política de COVID cero de Xi Jinping han causado miles de muertos y millones en pérdidas económicas. Por ello, es indispensable un apoyo sin condiciones a la democracia.

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