Hay un albergue para animales grandes --en una antigua zona rural-- y otros dos para los más pequeños, que incluyen perros y gatos pero también gallinas, conejos, tortugas y hasta cisnes.
El albergue principal fue instalado en el aeropuerto municipal de Chico, vecino a Paradise, donde se han concentrado las operaciones de rescate y de combate al fuego.
Allí llegan también los animales que son rescatados por los bomberos.
"Nunca es fácil, pero el foco es asegurarse que cada animal esté seguro", señaló Marshall Riddle, uno de los técnicos veterinarios voluntarios que se encargan de tratarlos. Muchos animales llegaron a los albergues heridos y con quemaduras.
Los casos más graves fueron enviados a centros especializados.