Un equipo científico liderado por la Fundación Charles Darwin (FCD) y la California Academy of Sciences (CAS), en colaboración con la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) ha confirmado que el coral solitario Rhizopsammia wellingtoni que se creía perdido durante una generación, sigue vivo y aferrado a los acantilados submarinos de Galápagos.
Catalogado como ‘En Peligro Crítico’ (Posiblemente Extinto) tras su último registro oficial en el año 2000, esta especie ha sido documentada recientemente en 4 sitios de las islas Isabela y Fernandina, brindando una señal esperanzadora de resiliencia en un océano en calentamiento continuo.
Durante inmersiones dirigidas en enero de 2024, los investigadores encontraron más de 100 colonias en una cornisa al sur de la Caleta Tagus, en la isla Isabela, a 12 metros de profundidad. Posteriormente, se identificaron más colonias en Punta Vicente Roca, Playa Tortuga Negra y en Cabo Douglas, isla Fernandina, donde nunca antes se había registrado este coral.
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En total, se contabilizaron más de 250 colonias vivas, revelando dos variantes de color púrpura oscuro y rojo-negro que coinciden con los especímenes recolectados en museos durante la década de 1970.
R. wellingtoni también conocida como coral solitario de Wellington, en honor a Gerard M. Wellington, quien recolectó los primeros ejemplares, es una especie endémica de las islas Galápagos.
Habita típicamente en aguas frías con temperaturas promedio entre 15–26 °C, beneficiándose de zonas de afloramiento que proporcionan refugios térmicos. Los coralitos miden entre 3 y 6 mm de diámetro, lo que hace que las colonias sean muy pequeñas (generalmente de menos de 1 cm de ancho) y fácilmente pasen desapercibidas.