Ginebra.- La
Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este jueves 14 de enero el fin del brote de ébola que se prolongó durante dos años en África occidental, pero advirtió de que hay riesgos de que se vean más casos en los próximos meses.
"Todas las cadenas de transmisión (del virus) conocidas
han sido detenidas en África occidental", dijo el director de Gestión de Emergencia y Respuesta Humanitaria de la organización, Rick Brennan.
Por primera vez desde que se detectó el primer caso de esta epidemia, en diciembre de 2013, todas las cadenas de contagio han quedado interrumpidas en los tres países afectados por la epidemia, que además de Liberia han sido Guinea-Conakri y Sierra Leona.
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Hoy es un buen día... felicitamos a los pueblos, gobiernos y al personal sanitario que hizo frente al mayor y más complejo brote de ébola que se haya visto y al que respondieron conjuntamente los países afectados y la comunidad internacional", dijo Brennan.
El anuncio se realizó al cumplirse los 42 días desde que la última persona infectada en Liberia dio negativo en dos ocasiones consecutivas al test que revela la presencia del virus en la sangre, lo que ha permitido declarar a este país libre de ébola.
Guinea-Conakri fue declarada libre de ébola el pasado 29 de diciembre y Sierra Leona, el 7 de noviembre.
Sin embargo, la OMS considera que
"el trabajo no está terminado" porque los tres países "enfrentan un alto riesgo de pequeños brotes adicionales" de la grave enfermedad.
Tras poner bajo control la enfermedad se registraron diez casos -cuatro en Liberia, tres en Guinea-Conakri y tres en Sierra Leona- que no formaban parte del brote original, que dio lugar a la peor epidemia de ébola desde que se descubrió esta enfermedad, hace más de cuarenta años.
La epidemia
causó más de 28.000 casos de personas infectadas, de las que 11.300 fallecieron, y provocó un grave impacto económico y social en los países afectados.
Brennan reconoció que probablemente esas cifras están subestimadas.
La epidemia causó el colapso de los servicios de salud en Liberia, Guinea-Conakri y Sierra Leona, que estaban mal preparados para una emergencia de tal magnitud.
Cuando la epidemia se desató y durante varios meses, la tasa de mortalidad se situó en el 80 %, pero cuando la OMS comenzó a apoyarlos masivamente y se instalaron gradualmente los centros de tratamiento para ébola en los tres países, esta tasa se redujo al 60 % o menos.