Lesionado y sin apoyo compitió en Tokio el atleta ecuatoriano Juan José Caicedo
Juan José Caicedo representó a Ecuador en los Juegos Olímpicos en la disciplina de lanzamiento de disco. El pasado 29 de julio fue el certamen de clasificación y pese a la preparación, el atleta admitió que falló: quedó en el puesto 15 y solo los 12 primeros pasaron a la final.
Presa de los nervios, Caicedo solo pudo hacer un tiro válido de tres oportunidades. Sin embargo, no es el resultado lo importante, pues llegar a Tokio ya es una gran demostración de destreza, talento y dedicación. Es la falta de apoyo por parte de las autoridades con lo que, una vez más, un atleta ecuatoriano ha tenido que lidiar.
Caicedo subió un video a Facebook en donde explicaba que no tuvo entrenador los últimos 15 días antes de la competencia y que, además, su instructor no ha recibido salario alguno pese a los tres años de trabajo continuo que ha tenido con Caicedo.
El atleta denunció además que el Comité Olímpico Ecuatoriano y la Federación Ecuatoriana de Atletismo tampoco le dieron el uniforme completo para presentarse a los Juegos Olímpicos; y que compitió lesionado, ya que no ha podido hacer un tratamiento adecuado porque el Plan de Alto Rendimiento no cubre los gastos.
“No tuvimos un fisioterapista que nos ayude, a mi compañera Ángela Tenorio y a mí para el calentamiento. Estuvimos solos. (No acudió a respaldarlos) ni un solo dirigente, de los muchos que han venido”, dijo.
Caicedo no es el único deportista que ha denunciado la falta de apoyo. Cuando Richard Carapaz, la ‘locomotora del Carchi’, ganó el oro en ciclismo de ruta, indicó que el Ecuador (en referencia al Estado) nunca lo apoyó.
“Yo he sido un deportista que ha salido casi sin el apoyo del país. El país nunca creyó en mí y la verdad que esto yo lo disfruto porque esto me pertenece a mí. Y a todos a quienes realmente me apoyaron en su momento. Ahora, yo sé que todo el mundo querrá festejar esta medalla, pero se la festejarán a quien realmente han apoyado”, aseguró Carapaz.
Asimismo, La exseleccionada olímpica, Lucy Jaramillo, sigue a la espera de una pensión vitalicia. Entrena de forma voluntaria y sin sueldo a atletas con discapacidad auditiva y vende en un mercado para subsistir.
