El jurista afirma que el soldado no aprehendió a ninguna de las víctimas, por lo tanto, 'no estaba en calidad de garante de derechos' y que solo cumplía órdenes.
La patrulla militar que trasladó a los menores estaba comandada por un subteniente, quien argumentó que no conoce Guayaquil, pero en su cédula aparece que nació en esa ciudad.
Los cuatro menores fueron golpeados y abandonados desnudos en la parroquia Taura. Los militares insisten en que los dejaron sanos y salvos. Luego, unos motorizados se los habrían llevado.