Las lecciones del pasado han impulsado al sector cacaotero a no quedarse inmóvil. En sus cultivos se promueven la reforestación y la biodiversidad, pero aún hay tareas pendientes para enfrentar el cambio climático.
El Municipio recordó que el Distrito Metropolitano de Quito enfrenta una crisis ambiental debido a una de las sequías más severas en los últimos 60 años, exacerbando la frecuencia e intensidad de los incendios forestales.
Hasta la fecha, medio millón de árboles maderables como el ceibo, cedro, laurel, roble, pachaco, moral fino y guayacán blanco, rosado y prieto se han plantado.
El año pasado, 15 empresas ecuatorianas se preparaban para implementar en sus procesos la norma ISO 50001, una certificación que establece los requisitos para un sistema de gestión de energía efectivo.
Sobre el árido y erosionado cerro Casitagua, que forma parte del paisaje andino que rodea Quito, un dron forestal cumplió con éxito la misión de lanzar 20.000 semillas de especies nativas.
El Gobierno anunció este jueves la reforestación de 4.000 hectáreas de áreas degradadas de bosques nativos de la Amazonía, donde se plantaron más de 113.000 árboles de 31 especies.