Reos de distintas cárceles del país empiezan a ser trasladados a la cárcel de máxima seguridad, ubicada en una zona inhóspita de la provincia de Santa Elena.
Jueces, fiscales, políticos, influencers y otras figuras públicas se han sumado a las víctimas del sicariato este año que ya rebasó todos los pronósticos de violencia. Este 2022 cerrará con unas 4.000 muertes.