El arrepentimiento de Musk, también jefe de Tesla y SpaceX, se produjo días después de que Trump afirmara que el multimillonario había "perdido la cabeza".
Aunque se mantuvo muy cercano al presidente antes y después de la investidura del republicano en enero pasado, Musk se ha ido apartando poco a poco de su labor frente al DOGE.
"Milei tiene un regalo para mí", dijo Musk a una audiencia que se puso en pie al recibirlo. En ese momento entró el mandatario argentino con esa motosierra.