A diez años de su separación, la actriz revela que la ruptura fue dolorosa pero transformadora, permitiéndole conocerse a sí misma y construir un nuevo vínculo con su exesposo.
Mireddys argumenta que han entregado toda la información requerida y que cualquier nueva petición por parte de Daddy Yankee y su equipo legal constituye una forma de presión indebida.