La Superintendencia de Bancos se encarga de velar por el buen manejo del sistema financiero y es uno de los puntales en el combate contra el lavado de activos, en un país cada vez más asechado por el crimen organizado.
La pandemia aceleró los cambios de hábitos bancarios de los ecuatorianos, en algunos casos redefiniéndolos y en otros adaptándolos, afirma una investigación realizada por la empresa de software bancario “Temenos”.