Australiana entra al Récord Guinness con la mayor colección de Minions del mundo

Con más de 1.035 artículos, que van desde peluches hasta un tatuaje, la joven ha dedicado 15 años a reunir todo lo relacionado con sus personajes favoritos.
Ilse Herrera Marañón
Australiana entra al Récord Guinness con la mayor colección de Minions del mundo
Liesl Benecke, una australiana fanática de los Minions, fue reconocida por Récord Guinness por poseer la colección más grande del mundo de estos personajes animados.

Liesl Benecke no colecciona sellos ni monedas. Su pasión es mucho más divertida. Esta joven australiana fue reconocida recientemente por el Récord Guinness por tener la colección más grande del mundo dedicada a los Minions, los entrañables personajes que conocimos en Mi villano favorito (2010).

Su amor por los Minions comenzó en 2010 tras ver Mi villano favorito, y desde entonces no ha dejado de buscarlos por todo el mundo.
Su amor por los Minions comenzó en 2010 tras ver Mi villano favorito, y desde entonces no ha dejado de buscarlos por todo el mundo.

“Recuerdo reírme muchísimo”, contó Liesl al equipo de Guinness sobre la primera vez que vio la película. Esa carcajada fue el inicio de una obsesión a todo color que la llevó, 15 años después, a poseer más de 1.035 artículos relacionados con los pequeños ayudantes amarillos: desde peluches y figuras hasta ropa, carteles, llaveros e incluso un tatuaje permanente en la piel.

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“En el fondo, soy una niña grande”, admite. Y es justamente ese espíritu juguetón el que la ha acompañado en cada rincón del mundo donde ha rastreado algún objeto relacionado a los personajes. Su búsqueda se ha convertido en una aventura que mezcla nostalgia, humor y una devoción admirable por estos personajes que, a pesar de no hablar un idioma comprensible, han conquistado millones de corazones.

“En el fondo, soy una niña grande”, asegura Liesl, cuya casa parece una tienda oficial de los ayudantes amarillos de Gru.

Entre sus objetos favoritos están algunos modelos raros de peluches, artículos promocionales que ya no se producen y una figura de edición limitada que logró conseguir en una subasta. Su casa, inevitablemente, parece una tienda oficial de Gru y compañía.

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Más allá del número, lo que emociona es la historia: la de una mujer que ha sabido mantener viva su alegría infantil y convertirla en un hito mundial. Liesl Benecke no solo rompió un récord, también nos recuerda que nunca se es demasiado grande para tener pasiones sinceras —aunque vengan con gafas, overoles y muchas ganas de hacer travesuras.