Asamblea General de la ONU: "la igualdad de género sigue siendo una deuda pendiente"

Esta semana se conmemora el 80.º aniversario de la creación de Naciones Unidas a través de su Asamblea General, en Nueva York. Representantes de los 193 Estados miembros, junto con dos delegaciones de observadores, discuten algunos de los desafíos más urgentes: guerras, cambio climático, dilemas éticos de la inteligencia artificial y la promoción de la igualdad de género en todo el mundo.

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Pero la lucha por los derechos de las mujeres no es algo reciente. En 1995, en China, se adoptó la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, un plan histórico para abordar los impactos de la pobreza, la educación limitada, la violencia, los conflictos armados y las desigualdades de poder sobre las mujeres. Este plan sigue siendo uno de los hitos más importantes en el avance hacia la igualdad de género, aunque aún permanece con deudas pendientes.

En los días previos a los 30 años de aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing celebrados el pasado 22 de noviembre, ONU Mujeres y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas advirtieron que ninguna de las metas relacionadas con el Objetivo de Desarrollo Sostenible de Igualdad de Género está en camino de cumplirse.

Según el informe Panorama de Género 2025, a nivel global, 376 millones de mujeres y niñas viven en pobreza extrema. Si las tendencias actuales continúan, para 2030 podrían ser 351 millones las que vivan con menos de USD 2,15 al día. A esto se le suman brechas cómo:

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A pesar de este panorama, ONU Mujeres reconoce que los compromisos realizados en la Declaración de Beijing no han sido en vano y mapearon algunos logros como:

Ante este escenario, los representantes de los Estados miembros, organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y el sector privado se reunieron bajo el lema: “Renovar el compromiso con la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, dotarlas de recursos y acelerar su implementación para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”.

A nivel global, 109 gobiernos presentaron 202 compromisos voluntarios con la igualdad de género. El plan de trabajo de Ecuador dentro de la Plataforma Beijing+30 se enfoca en dos ejes:

El primero es que el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos desarrolle programas para prevenir, atender y reparar la violencia de género a través de los Centros Violetas y los Servicios de Protección Integral, que brindan apoyo psicológico, legal y social a mujeres y niños en toda su diversidad. El país se había comprometido a abrir nueve nuevos centros, que sumarían un total de 24 a nivel nacional para finales de 2028. Sin embargo, tras un decreto ejecutivo en agosto pasado, se determinó que el Ministerio de Gobierno absorbiera todas las competencias del Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos, y aún no se conoce cómo se manejarán estos compromisos.

El segundo es en el ámbito corporativo. El país impulsa el “Sello de Empresa Segura” que reconoce a las empresas ecuatorianas que promueven la tolerancia cero frente a la violencia contra las mujeres, fortaleciendo sus políticas internas y códigos de ética. La estrategia se aplica a nivel nacional, tanto en empresas locales como extranjeras, y busca empoderar a aquellas que demuestran esfuerzos concretos en esta materia. En lo que va de este año, 75 empresas cumplieron los criterios establecidos y avanzarán a la fase de apoyo técnico para obtener la certificación.