En los últimos seis meses del 2014, los camaroneros que tienen sus piscinas a lo largo del Golfo de Guayaquil, han sido víctimas de 45 robos no solo en sus instalaciones, sino también al momento de trasladar el producto a las empacadoras.
Por eso, el sector camaronero respalda las denuncias de los pescadores artesanales, quienes aseguran que los patrullajes en el perfil costanero por parte de las autoridades son escasos, algo que los piratas aprovechan.
“Esto no se da en altas horas de la noche, en horas en que uno pensaría que no existen, o no se dan, los patrullajes de las autoridades competentes, robos a las 23:00, robos a las 11:45, es decir en pleno mediodía, y robos a las 06:00 y 07:00”, indica José Camposano, presidente de la Cámara de Acuacultura.
Sin embargo, considera que portar armas no es una solución, al contrario, cree que esto ayudaría a las organizaciones delictivas a hacerse pasar como pescadores para poder sorprender a sus víctimas. “Lo único que vamos a lograr simplemente es que miembros de estos grupos delictivos muy bien organizados, utilicen la fachada como ha pasado en algunos casos de ser miembros del sector pesquero artesanal, para poder portar un arma que el día de mañana sirva para los actos ilícitos contra el sector camaronero y contra ellos mismos incluso”, agregó.
Tanto pescadores como camaroneros, aseguran que los patrullajes deben ser constantes, pero el numero de lanchas asignado para esta actividad es mínimo. Por ejemplo, en el Golfo de Guayaquil se han asignado seis lanchas, dos del Grupo de Intervención y Rescate de la Policía (GIR) y cuatro de la Armada. Sin embargo, el número de unidades es muy pequeños para abarcar los 40.000 kilómetros cuadrados que aproximadamente tiene el Golfo de Guayaquil.
El ministro coordinador de Seguridad, César Navas, anunció que de encontrarse a un pescador armado se aplicará el artículo 361 del Código Integral Penal (COIP), que estipula: “La persona que tenga armas de fuego sin autorización será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a un año. La persona que porte armas de fuego sin autorización, será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco años".
Mientras tanto, la Cámara de Acuacultura creó una dirección de seguridad, con el fin de organizar y programar el traslado del producto desde las piscinas hasta las empacadoras, incluso diseñando corredores de seguridad en el Golfo al igual que caravanas vigiladas en las carreteras.