<img src="https://certify.alexametrics.com/atrk.gif?account=fxUuj1aEsk00aa" style="display:none" height="1" width="1" alt="">

El piloto héroe que sobrevivió tras aterrizar de emergencia en Guayaquil: “Estoy listo para hablar”

miércoles, 5 abril 2023 - 10:54
Facebook
Twitter
Whatsapp
Email
La tarde del 18 de octubre la vida de Christian Almendáriz cambio para siempre. Un viaje rutinario en una aeronave con dos amigos y pilotos expertos terminó en tragedia.

En cuestión de minutos, el joven piloto realizó una maniobra de emergencia y aterrizó en un parque de la ciudad de Guayaquil. “Dios guió mis manos”, nos dijo en una entrevista íntima que compartió con Vistazo y aquí te la presentamos.

Fue un martes 18 octubre del 2022 cuando a horas de la tarde, a las 15h30 aproximadamente, una noticia conmocionó a todo Ecuador. Una aeronave, que cubría la ruta Manta – Guayaquil, se había accidentado en un pequeño parque entre las ciudadelas Alborada 4ta etapa y Sauces 1 de la ciudad de la ciudad porteña.

El resultado del trágico accidente dejó a dos de los tres tripulantes sin vida, los nombres de los capitanes eran Edgar Rosero y Juan José Guzmán. El primero, experimentado aviador y fundador de Servicios Aéreos Ejecutivos Alpha Wings S.A y, el segundo, un minucioso piloto que trabajó desde el 2021 como Jefe de Base de Operaciones en TAGSA, en el Aeropuerto de Guayaquil. Grandes amigos y compañeros de la aviación que a partir de ese día emprendieron un vuelo más alto.

Fue un milagro que el piloto lograra sobrevivir, pero no estuvo solo ese día, los vecinos del lugar lo auxiliaron segundos antes de que la avioneta se prenda en fuego por el combustible y aceite regados.

El piloto es Christian Almendáriz. Fue reconocido como un héroe por la alcaldesa de la ciudad, Cynthia Viteri, quien se encontraba por el sector y presenció el suceso. “El piloto buscó, porque lo pudimos ver, buscó dónde estrellarse. Estaba casi zigzagueando en el aire. Buscó dónde estrellarse y encontró un parque, y se estrelló en el parque para no afectar la casa de ninguna de las personas que están aquí y no perder más vidas. Es una tragedia donde alguien que tuvo pericia evitó que mueran más personas”, relató la alcaldesa.

Desde ese día, hasta un mes y medio después, el único sobreviviente del accidente, un joven riobambeño de 27 años, estuvo internado en una casa de salud de la ciudad portuaria recuperándose de sus graves heridas. Su nariz, su labio superior y su oreja izquierda tuvieron que ser reconstruidas con cirugía. Las quemaduras de segundo y tercer grado y una complicación en su ojo izquierdo que ha sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas, son lo más complejo de su recuperación.

A las graves heridas que dejó el siniestro, se sumaron las investigaciones posteriores sobre el accidente, pues hasta la fecha no hay un informe final de lo que pasó ese día. Aún no se ha determinado la causa exacta del porqué dejó de funcionar el motor de la Cessna 206, dejando al piloto sin herramientas para aterrizar.

$!Christian Almendáriz es un riobambeño de 27 años que se mudó a Guayaquil años atrás para estudiar aviación.

El fatal suceso fue una “tragedia con felicidad”, como dicen por allí, pues gracias a la maniobra del piloto y a una ‘sabiduría superior’, no hubo víctimas colaterales. Algo que pudimos conocer al conversar con el riobambeño, es que no fue casualidad que terminara en ese parque, pues desde el aire, en medio de la emergencia, vio una heladería que le gustaba frecuentar y en ese momento recordó que cerca había área verde. El lugar perfecto para no lastimar a más personas o casas, e intentar una opción por sobrevivir...

Lea también: Los héroes que rescataron al piloto de la avioneta accidentada en Guayaquil

A casi 5 meses del accidente, Christian se encuentra recuperándose satisfactoriamente de todas sus heridas. Su ojo izquierdo es lo único que aún continúa en observación constante y tiene programadas algunas cirugías más en el futuro.

Las heridas que más tardarán en reponerse son las del corazón. “El Capi” y “JJ”, como llamaba de cariño a los capitanes Rosero y Guzmán, respectivamente, fueron su padre y hermano desde el momento en el que llegó a Guayaquil para formarse profesionalmente en una escuela de pilotos.

Si bien Christian no tiene claro cuáles son los planes que Dios y la vida le han deparado, sabe que el milagro de haber sobrevivido a este accidente le da la oportunidad de transmitir el legado de sus grandes amigos.

“El Capi Rosero fue la primera persona que confió en mí, me dio mi primer trabajo en la aviación, me enseñó todo en la aviación y muchas cosas más. Fue un padre para mí, siempre estuvo pendiente de cualquier cosa que llegase a necesitar”.

De su compañero Juan José Guzmán, resalta su amabilidad y profesionalidad, “era perfeccionista de la manera muy buena, le gustaba hacer todo bien. Era muy querido por todo el Aeropuerto porque por su trabajo siempre pasaba por todo lado y ayudaba a todos sin ningún problema”.

“Estoy listo para hablar”. Así empezó esta entrevista que Christian decidió compartir con un equipo de Vistazo, para narrar lo que ocurrió ese 18 de octubre de 2022 en Guayaquil.

Más leídas
 
Lo más reciente