La Fiscalía General del Estado solicitó 34 años y ocho meses de prisión para algunos de los militares procesados en el “Caso Malvinas”, por su presunta participación en la desaparición forzada de tres adolescentes y un niño.
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Este lunes 8 de diciembre de 2025, se cumplió un año de la desaparición de Josué, Ismael, Nehemías y Steven y se reinstaló la audiencia de juicio contra los uniformados.
Durante la diligencia, el fiscal del caso dio inicio a sus alegatos finales.
Los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, y sus amigos Saúl Arboleda, de 15, y Steven Medina, de 11, fueron detenidos irregularmente por los militares y semanas después sus cuerpos fueron hallados calcinados y con señales de disparos.
Según la investigación, los menores fueron trasladados a la localidad de Taura, a unos 40 kilómetros de Guayaquil, cerca de una base militar de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). No se supo nada de ellos hasta el 31 de diciembre, cuando la Fiscalía notificó a sus familias sobre el hallazgo de restos calcinados en un sector cercano al lugar donde fueron vistos por última vez.