La Fiscalía inició –de oficio– una investigación previa por presunto abuso sexual contra el sacerdote de Olón, en la provincia de Santa Elena, luego de que comuneros lo encontraron con tres menores de edad en su vivienda.
Entre las diligencias dispuestas por el Ministerio Público están las de oficiar a la Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes con el fin de que presente un informe preliminar y el levantamiento de información relacionada a estos hechos.
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El caso se registró la noche del 15 de agosto, cuando vecinos observaron que un sacerdote salió de la iglesia y luego se dirigió a su casa con un adolescente.
Posteriormente, una moradora golpeó la puerta del inmueble y se dio cuenta que había tres menores de edad, uno de ellos en bóxer dentro de un baño.
La información fue difundida por la activista Sybel Martínez, quien indicó que la mujer que grabó la irregularidad fue retenida hasta que borrara un video, pues hubo vecinos que tomaron partido a favor del sacerdote.
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Ante las acusaciones, el sacerdote, identificado como Diego S., ofreció este domingo una rueda de prensa en la iglesia junto a dos madres de las presuntas víctimas.
El cura dijo que todos los señalamientos en su contra son una “calumnia”. Además, detalló que aquella noche en la que surgió la alerta, la Policía “no encontró nada”.
Agregó que el día del enfrentamiento con moradores de la comuna de Olón, una camioneta “profanó la iglesia rompiendo las puertas, fue un ataque planificado”.
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Sobre los tres menores que estaban en su casa, manifestó que era dos hermanos y joven más, que “comúnmente me solían acompañar la mayor parte del tiempo”.
En cuanto a la mujer que habría grabado la presunta irregularidad apuntó: “La señora entró, irrumpió, me empujó, les gritó a los menores y pasó incluso hasta el baño, le gritó al otro menor y por eso le encontró así (con ropa interior)”.
Junto al sacerdote estaban dos madres de las presuntas víctimas. Las mujeres expresaron su respaldo al cura parroquial.
“La gente mal intencionada ha hecho esto, no sé en qué se basan, por qué tanta crueldad hacia el padre”, dijo una de las madres, quien insistió en que no está tapando nada.
Mientras tanto, la Coalición de Lucha Contra la Violencia Sexual en Espacios de Fe (Covsfe) informó que el mismo sacerdote “había realizado conductas inapropiadas con menores de edad en Manglaralto mientras estuvo de párroco”.
La organización dijo que el cura realizaba invitaciones a pasar la noche en su vivienda para supuestas pijamadas con niños, fuera de la supervisión de sus familias.
Además, tenía otras conductas inapropiadas como: sentar a los menores de edad sobre sus piernas y realizar juegos con niños.
Y expresó su consternación por el hecho que adultos cercanos a los adolescentes perciban estas situaciones como normales, “evidenciando la profundidad de la cultura clerical que protege al abusador y estigmatiza la denuncia”.