El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó este jueves del registro de "un caso aislado" de fiebre amarilla en la amazonía ecuatoriana y aseguró que "no existe un brote" de la enfermedad infecciosa.
El caso se detectó en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, y se trata de un paciente de 20 años, oriundo de la provincia de Loja, cuyo diagnóstico se confirmó tras una "rigurosa" investigación clínica y epidemiológica.
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"Este es un caso único y no representa un brote", insistió en un comunicado en el que puntualizó que, hasta el momento, no se han identificado nuevos contagios, y todos los contactos cercanos del paciente (familiares y entorno laboral) se encuentran bajo observación sin presentar síntomas.
El MSP activó de forma inmediata los protocolos de contención sanitaria, incluyendo la notificación oficial a los Distritos de Salud correspondientes, tanto por lugar de residencia como por la zona de exposición del paciente.
Asimismo, la coordinación con el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI) para la toma y análisis de muestras, que permitieron confirmar el diagnóstico.
A ello se sumó la activación del equipo técnico de vigilancia epidemiológica, con participación de inmunizaciones, control vectorial y laboratorio clínico.
El MSP mantiene, además, el seguimiento activo de todos los contactos cercanos, quienes "permanecen en buen estado de salud", y una investigación detallada de los lugares visitados por el paciente en los días previos al inicio de síntomas, para rastrear la posible fuente de contagio.
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La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que se encuentra principalmente en áreas tropicales. La enfermedad se origina a partir de un virus que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados, principalmente de la especie Aedes aegypti.
Algunos síntomas son: fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, vómitos y coloración amarillenta de la piel y los ojos.
El Ministerio recordó que la fiebre amarilla es una enfermedad prevenible mediante vacunación, y que una sola dosis de la vacuna brinda inmunidad completa y de por vida.
Subrayó que el "95 % de la población que habita en las zonas fronterizas ya ha sido vacunada".
"En este contexto, el riesgo de propagación es extremadamente bajo y, las posibilidades de nuevos casos están principalmente asociadas a personas migrantes no vacunadas provenientes de regiones endémicas, por lo cual se están implementando estrictas medidas sanitarias en frontera", indicó.
Agregó que, a pesar de que no hay Indicios de propagación, el Gobierno ecuatoriano se mantiene en alerta epidemiológica permanente y continuará realizando monitoreos comunitarios, aplicando vacunas y desarrollando acciones de control vectorial en las zonas de riesgo.