Los católicos conmemoran el miércoles de ceniza, una fiesta religiosa que marca el tiempo de preparación para la Semana Santa. En la Catedral de Guayaquil se aspira que asistan unos 10.000 feligreses a las misas, mientras que en Guayaquil serán 400.000 fieles católicos, y a nivel nacional unos 2,8 millones.
En la iglesia San Francisco, por ejemplo, los actos litúrgicos comenzaron a las 07:00 y concluirán a las 19:00. Una de los feligreses es Perfecta Palacios, de 82 años, cuyo problema en su pierna no fue impedimento para asistir y participar en la misa, y recibir la ceniza en su frente.
Así como ella, son miles los católicos que acuden desde muy temprano. Tan solo en una iglesia como la Basílica la Merced, también en el centro, recibieron a 1.500 personas en las tres misas de la mañana.
El sacerdote Joel Tapia explicó que esta tradición es una forma de llamar a todos los fieles a la reflexión. “Cuando se pone la cruz, se les dice que eres polvo, y en polvo te convertirás”.
La asistencia es mucho mayor a la habitual en casi todas las iglesias del país: jóvenes, niños, adultos mayores, estudiantes, trabajadores, todos se toman unos minutos o un par de horas para rezar en los templos antes de continuar con su jornada.
Cuando llegue la Semana Santa, se recordará paso a paso la pasión de Cristo, el camino que siguió hasta llegar a la crucifixión y posterior resurrección, pero antes de eso es necesario este tiempo litúrgico, denominado cuaresma.