En la despedida del papa Francisco, en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, el
presidente Rafael Correa se refirió a uno de los discursos en el que el sumo pontífice incentiva al diálogo.
“La fe revolucionaria dijo.
Todos podemos interpretar y ojalá todos seamos suficientemente honestos como para interiorizar y aplicar a la condición de cada uno las palabras del papa. Todos las pueden interpretar a su conveniencia, esa ha sido la historia de la iglesia, por el evangelio hay gente ha asesinado y hay gente que se ha dejado asesinar, yo prefiero estar en el segundo grupo”, manifestó el primer mandatario.
En tanto, el
alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, se refirió al discurso del pontífice a la sociedad civil, en la iglesia de San Francisco de Quito. Asegura que Francisco exhortó a que cada uno de los sectores de la sociedad cumpla con su rol para que el país salga adelante.
“El papa no debe ser manoseado por nadie, y la forma no manosearlo, es no manosear la doctrina social de la iglesia. Por eso su santidad puso un ejemplo muy claro, el mensaje no fue: hay que lamentarse de la circunstancia, hay que odiar a quien la causa; el mensaje fue: salesianos a educar a los jóvenes, jóvenes a trabajar, empresarios a invertir y generar trabajo, gobierno a crear las circunstancias para que ese trabajo se dé. No hay mensaje de odio, no hay mensaje de exclusión”, indicó.