La persiguió, mató y metió su cuerpo en una maleta: el asesinato de Marina Rivero que conmociona a Uruguay
El 20 de octubre Mariana Rivero, de 24 años, avisó que iba hasta la casa de Luciano Ledesma, un año menor que ella, a buscar la ropa que había dejado allí, pero nunca volvió. La relación sentimental entre ellos fue “tóxica” y los familiares de la chica decían que "tenía que cortar el vínculo", pero cuando lo iba a hacer, el desenlace fue trágico.
El amor de esta pareja de Uruguay comenzó hace tres años y ya había tenido antecedentes de violencia, según contó el abogado de la familia, Ignacio Durán. Durante 20 días no se supo nada de ella hasta que en la tarde del miércoles 8 de noviembre, el ex novio confesó haberla asesinado y guió a las autoridades hasta un terreno despejado donde había dejado una maleta con el cuerpo de la joven desmembrado.
La tía de Mariana Rivero le había advertido que cortara con un vínculo que era “tóxico” al punto que Luciano se había creado perfiles falsos en las redes sociales para “perseguirla, saber qué hacía y hostigarla”. “Lamentablemente, Mariana no supo cortar el vínculo a tiempo. Decía que merecía otra oportunidad”, afirmó el abogado Ignacio Durán.
Pero, ¿cómo fue que Luciano confesó haber asesinado a Mariana?
LA ACTITUD DEL ASESINO
Después de haberla asesinado, Luciano se comunicó con el padre de Mariana para ponerse a disposición para encontrarla. Incluso le llegó a pedir objetos personales y ropa que le pertenecía para recordarla, contó el abogado.
La actitud del asesino también confundió a la Policía. Durante la búsqueda de Mariana, Luciano era el principal sospechoso de la desaparición, pero no se podía declararlo como indagado porque no existían las pruebas suficientes, informó el diario El País.
El femicida se mostraba dispuesto a colaborar, parecía interesado en encontrarla aunque los investigadores dudaban si la intención del joven era real o lo que pretendía era desviar el foco de la atención.
En el medio de ese desconcierto fue que Luciano confesó. No lo hizo por sentir culpa, sino porque la versión que él daba se volvía cada vez más insostenible por las contradicciones. El miércoles 8 de noviembre, tras declarar ante los policías, los guió hasta el terreno despejado donde había dejado la maleta con el cuerpo desmembrado.
La familia de Marina Rivero pretende que el femicida sea condenado con la pena máxima que existe en Uruguay -30 años de prisión-, de forma que el fallo sea “ejemplarizante”, señalaron. La decisión de la Justicia no se dará en el corto plazo y, por la gravedad del delito, no se puede hacer un acuerdo abreviado con la Fiscalía -que implica una reducción de la pena por reconocer los hechos-, explicó el abogado Ignacio Durán.
Este viernes 10 de noviembre, Luciano Ledesma será acusado y, según el abogado, es probable que vaya a prisión preventiva mientras avanza la investigación. En la noche del jueves 9 de noviembre, la Policía Científica uruguaya hizo pruebas de luminol en la casa del asesino. Los investigadores pretenden establecer si el crimen fue cometido en la vivienda.
SOBRE MARINA RIVEROS
Mariana había terminado recientemente los estudios de enfermería y estaba buscando trabajo en esa rama. Ignacio Durán destacó que la joven tuvo que “pelearla desde los inicios” porque tenía una incapacidad en la parte derecha del cuerpo, que no le permitía desarrollar algunas actividades.
La chica era voluntaria de Teletón Uruguay, que la despidió en sus redes sociales con un emotivo mensaje. “Es algo incomprensible, algo que sobrepasa los límites de lo pensado. Sentimos mucha impotencia y desconsuelo”, dice el texto que publicó la organización en Instagram.
El deseo de la familia, contó Durán, es que la sociedad y a nivel de gobierno se tome “conciencia de lo que está pasando” para que no haya “más Marianas”. “Es una locura que una persona no pueda terminar un vínculo y que, por esta decisión, que es simplemente cortar una relación, termine muerta. Nos tiene que interpelar a todos”, finalizó el abogado defensor.
