Río de Janeiro.- Joseph Schooling volvió a hacerse, ocho años después, una nueva foto con Michael Phelps, pero en esta ocasión el estadounidense no fue el protagonista, sino el joven nadador singapurés, que miraba desde lo más alto del podio al ídolo de su niñez.
Dos estampas, la del emocionado niño que posaba entre tímido y nervioso con su héroe y la del joven nadador que apenas podía contener la emoción con la medalla de oro de los 100 mariposa colgada al cuello, que reflejan como nada la gesta protagonizada por el singapurés.
"Yo quería ser como él. Mucho de esto se debe a Michael. Él es la razón por la que quiero ser un mejor nadador", señaló un emocionado Schooling, tras arrebatar el oro el estadounidense en los Juegos Olímpicos de Río.
Algo que no había logrado nadie desde que el nadador norteamericano logró en Atenas 2004 el primero de sus tres triunfos consecutivos en la prueba del hectómetro mariposa.
Pero lo que no lograron, leyendas vivas de la natación como el también norteamericano Ryan Lochte o el húngaro Laszlo Cesh, lo logró el viernes este jovencito singapurés de 21 años, que ni con el oro colgado al cuello se podía todavía creer su victoria.
"Es una locura, no me lo puedo creer. Creo que necesitará todavía un par de días para ser consciente de lo que ha ocurrido", comentó Schooling, al que entrena el medallista español Sergi López.
Sin embargo, no es un sueño, es una realidad, el nadador singapurés es el nuevo rey del hectómetro mariposa, tras doblegar a Michael Phelps en la que fue su última prueba individual en unos Juegos Olímpicos.
Foto: Reuters
Un triunfo del que Schooling ya advirtió desde las preliminares, tras firmar el mejor crono tanto en las series clasificatorias como en las semifinales, un anticipo de lo que ocurrió en la gran final.
Nadando desde la calle cuatro, escoltado a su izquierda por el sudafricano Chad Le Clos y el húngaro Laszlo Cesh y dos calles más allá por su derecha por Michael Phels, Joseph Schooling volvió a imponer su fulgurante salida.
Tal y como atestiguan los 23.64 segundos con los que pasó por los primeros 50 metros, más de medio segundo -52 centésimas- menos que Michael Phelps.
Una diferencia que el norteamericano no sólo no pudo recortar en el segundo largo, sino que aumentó hasta las 75 centésimas por las que finalmente Schooling, que estableció un nuevo récord olímpico con un tiempo de 50.39, se impuso al estadounidense.
A esa misma distancia llegaron el sudafricano Chad Le Clos, el vigente campeón mundial, y el húngaro Laszlo Cesh, que compartieron con Phelps la medalla de plata, tras firmar los tres un idéntico crono de 51.14 segundos.
"Es realmente un honor y un privilegio haber podido competir con Michael -Phelps-, Chad -Le Clos- y Laszlo -Cesh-", afirmó Schooling, que ya podrá cambiar su antigua foto con Michael Phelps por otra en la que el gran protagonista es él.EFE