Mientras el Gobierno prevé firmar el acuerdo comercial con Europa en septiembre próximo, el sector exportador no petrolero espera más tratados, mientras busca oportunidades por su cuenta.
Para el sector floricultor, el tres por ciento de crecimiento en dólares que tuvieron sus exportaciones en 2015, este año lo sentirán de forma contraria. De acuerdo con las previsiones de Expoflores, el organismo que agrupa a las productoras y exportadoras de ese rubro, en 2016 sus ventas al mercado internacional caerán en ese mismo porcentaje. “Tener a Colombia como competidor directo con una moneda devaluada; y la estructura de costos crecientes para la producción en el país, se traduce en una fuerte presión para nuestras exportadoras”, reconoce Alejandro Martínez, presidente ejecutivo de Expoflores.
Y aunque el Gobierno, a través del presidente Rafael Correa, comunicó que la firma del acuerdo comercial con Europa se daría en septiembre próximo, sectores como el floricultor ven esto solo como una de las soluciones al actual problema. “Sin acuerdo, las rosas pagarían un 14 por ciento de arancel, prácticamente dejándolas fuera del mercado”, indica Martínez.
Pero además, este sector requiere de un mejor escenario con socios comerciales como Estados Unidos, donde envían alrededor del 44 por ciento del total de sus exportaciones, y donde crecieron sus envíos versus 2014. Sobre todo para compensar la contracción en otros mercados como Rusia, donde cayeron un 30 por ciento.
Por aire es la principal vía de exportación de
flores. En 2015 se vendieron 146 mil toneladas,
5% más que el año anterior.
No obstante, un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. resulta una quimera. No hay conversaciones por ahora, aunque los exportadores esperan que la llegada de Todd Chapman como embajador en Ecuador, genere cercanías.
Según Chapman, durante una char la organizada por la Cámara Ecuatoriano Americana de Comercio en Guayaquil (Amcham), tiene confianza de llegar a acuerdos comerciales en el país. “Mi experiencia en estos casos me permite creer que hay importantes posibilidades de que se dé”, indicó. Él fue parte del equipo que negoció el TLC de EE.UU. con Costa Rica.
El nuevo embajador considera que hay oportunidades en sectores como el agrícola, tecnológico, de salud y también turismo. “Hay que identificar si hay señales de interés, de parte de Ecuador, para que se dé; de nuestra parte las tenemos con todos los países del Pacífico aunque cada uno tiene su política de cómo manejarse”.
Para LAN Cargo Ecuador, empresa de transporte de mercadería que pertenece al Grupo Latam, Estados Unidos es justo uno de los destinos claves en su ruta, al menos en los dos primeros meses del año. “En esta época prevalece el envío de flores, y este año hemos tenido cifras similares de carga de este producto”, reconoce Gastón de la Porte, gerente general de esta firma. También transportan vegetales, pescado fresco y otros productos a 29 países, aunque esto en 2015 representó alrededor del 20 por ciento de sus envíos.
BUSCAR SOLUCIONES
La contracción en las exportaciones que podría experimentar el sector floricultor no llega medianamente a los niveles que prevén en el cafetalero. Allí se presume que el impacto llegaría al 15 por ciento de acuerdo con información de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé). Ya el año anterior cayó 18 por ciento.
Para ese sector, la respuesta son más acuerdos comerciales. Mientras para Víctor Jurado, director ejecutivo de Pro Ecuador, el sector exportador debe tomar una serie de medidas para recuperar esa competitividad por otros caminos, por ejemplo, mediante el aumento de la productividad.
“Esto ayuda a que los costos puedan diluirse mejor y de esta forma mantener su posibilidad de competir en el mercado internacional”, explica Víctor Jurado. Un ejemplo, dice, es lo realizado por el sector acuícola, que incrementó su producción de café, de 302 mil toneladas en 2014 a 345 mil toneladas en 2015. Este aumento del 14 por ciento, no representó sin embargo un incremento similar en dólares.
Otro mecanismo, agrega el director de este instituto, es la diferenciación apuntando a nichos específicos de mercado. “Esto puede realizarse por la vía de certificaciones como Comercio Justo o Rainforest Alliance, que logren agregar valor intangible a los productos de la oferta exportable ecuatoriana, provocando que el consumidor tenga una propensión mayor al consumo de estos bienes y esté dispuesto a pagar incluso un precio mayor”.
A pesar del desempeño en el sector acuícola en su producción, José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de ese rubro, explicó en una entrevista para AméricaEconomía que también necesitan un acuerdo comercial con China. “Esto nos permitiría ingresar camarón sin pagar el cinco por ciento de arancel actual”.
Soluciones que buscan desde el lado gremial y también desde las empresas. Como sucede con Universal Sweet Industries, que apunta a entrar a mercados con moneda fuerte o dolarizados para evitar el problema de la devaluación, asegura Jefferson Santander, gerente general de la empresa y presidente de la Unidad de Negocio Consumo Masivo del Consorcio Nobis.
El ejecutivo indica que apuntan a generar economías de escala que les permitan reducir sus gastos fijos. Además, agrega, no le desagrada la implementación de un timbre cambiario para beneficiar al sector exportador, o incluso mantener las salvaguardias para productos terminados. “Sí creo que hay que liberar de ese contexto a la importación de materias primas, que son mucho más baratas en el exterior”.
Las soluciones para el sector exportador no petrolero aún no están claras, y mientras se espera un reporte de cómo arrancó 2016 para ellos, por su cuenta prevén encontrar algún camino. Vías que deberán hallar pronto, para que el impacto no sea similar al seis por ciento del año anterior.