Antes de arribar a Filipinas, su segunda parada en su gira por Asia, el pontífice se pronunció sobre los ataques contra la publicación Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas. El principal de la Iglesia Católica indicó que asesinar en nombre de Dios es una "aberración", pero que la libertad de expresión no da derecho a insultar la religión del prójimo.