Desde los 11 años en que Ramiro González sobrevivió a un terremoto, la vida lo ha enfrentado a retos de los que ha emergido –por suerte o por olfato político– quizá solo con rasguños.
Eran las 23h45 del nueve de diciembre de 1970 cuando la tierra tembló en Celica, al suroeste de Loja. Un sismógrafo en Suecia estimó que el remezón en la frontera Ecuador-Perú había sido de 7,4 grados de intensidad. Ramiro González no lo puede olvidar: “Faltaban tres días para las fiestas de Celica, estaban en la elección de reinas. Entonces llegué cansado y me acosté. Toda la gente había salido desesperada y yo nada. Van a verme y yo dormido pero con todo el bareque encima de la cama. Todo el revestimiento del adobe se había caído en mi cama”. Sus padres y sus ocho hermanos, todos mayores, respiraron aliviados.
Desde Celica, como desde otros cantones lojanos, la migración fue intensa. Los González Jaramillo se asentaron en Quito, mientras que unos primos avanzaron hasta Lago Agrio. La política quizá vino por el lado paterno cuya vena era velasquista. Pero el ambiente en la juventud universitaria de Quito en los años 70 era de izquierda y por eso la primera actividad proselitista de Ramiro González fue pegar carteles a favor del candidato del FADI, René Maugué Mosquera, en 1978.
Estudió Economía en la Universidad Católica llegando a ser vicepresidente de la Asociación Escuela en una lista que encabezaba una mujer que años más tarde fue detenida por vinculaciones al grupo guerrillero Montoneras Patria Libre. “Había una discusión muy profunda en el estudiantado. “Una vez hubo un debate y los de izquierda estábamos en un lado y los de derecha en otro. Eran las 23h00 y nadie quería salir del Aula Magna, hasta que tuvo que levantarse el cura rector y preguntar quién sale primero”.
2004. Como prefecto de Pichincha, González se reunió con autoridades
seccionales de varias tendencias que buscaban mayor descentralización.
A la Izquierda Democrática llegó para la segunda campaña de Rodrigo Borja, en 1984. Lo llevó un hijo del escritor Alfredo Pareja Diezcanseco y en ese partido ya eran importantes sus primos médicos que vivían en el Oriente. La primera propuesta que tuvo fue para concejal de Quito pero se negó porque su aspiración era ser legislador. Por ello entró a la Flacso a estudiar Ciencias Políticas. Recuerda que allí hizo amistad con condiscípulos ideológicamente disímiles como el liberal Francisco Huerta y Ana Lucía Armijos, esta última hija de un famoso conservador, paisano suyo de Celica.
Un día Rodrigo Borja le planteó integrar la lista como consejero de Pichincha y cuando intentó excusarse, recuerda que Borja le dijo: “No te estoy preguntando”. El prefecto electo fue Rafael Reyes y González fue el último que alcanzó un escaño, el único por la ID. Era el año 1996. “Yo era la mano derecha de Rafael Reyes, un hombre muy chévere en la parte humana. Pero comenzaron sus cosas feas y tuve que retirarme”. González intentó reunir mayoría para destituir al prefecto pero Reyes viró la votación y el defenestrado fue el viceprefecto. Y aunque ganó una apelación y fue legalmente restituido, nuevamente fue expulsado del Consejo Provincial. El terremoto político lo catapultó y la candidatura a la Prefectura no demoró. Entre 2000 y 2006 fue Prefecto de Pichincha. En esa época es en que por primera vez a un organismo seccional se lo denomina Gobierno Provincial. “Fue una idea de Polo Barriga que era mi asesor de Comunicaciones”, recuerda González. Hoy por Ley todos los municipios y prefecturas llevan esa denominación.
2015. Durante un debate sobre economía, Ramiro González acusó a
Correa de haber recibido financiamiento de la familia Isaías para la
campaña presidencial. Ese fue el rompimiento definitivo.
Para las elecciones de 2006 fue binomio de León Roldós en una alianza RED-ID. Pierden y la alianza y la amistad con Roldós quedaron de lado. “Tuvimos en la campaña un par de fricciones pero acabamos en buenos términos. Cuando ya perdimos me llamaron de Ecuavisa y me preguntaron a quién van a apoyar. Entonces la final era Correa-Alvarito. Dije: ‘si me pregunta a mí, lo apoyo a Rafael Correa porque yo por Álvaro Noboa no voy a votar nunca’. Entonces me llamó León y me dijo que por qué no he consultado. Le dije que el acuerdo se acabó el día de las elecciones... No nos hemos vuelto a ver con León”.
De Puerto Quito al IESS
El año siguiente lo pasó dedicado al campo. Tiene una hacienda de 145 hectáreas en Puerto Quito, noroccidente de Pichincha. Empezó con ganadería, pero ahora cultiva palma africana. Hasta que en 2008 lo llamó el presidente Correa para que presida el IESS. Antes habían coincidido varias veces en reuniones como padres de familia del colegio La Condamine. Tras cinco años en que se enorgullece de haber creado el Banco del Afiliado, pasó al Ministerio de Industrias hasta que se retiró cuando la Asamblea eliminó la norma que fijaba el aporte estatal del 40 por ciento a las pensiones jubilares. Y aunque éstas fueron reemplazadas por otra que garantiza “lo que falte”, para algunos fue la excusa perfecta para alejarse del poder y sobrevivir a la crisis que se avecinaba.
Sin embargo, el rompimiento total con el Régimen vino cuando durante un debate televisado González acusó a Correa de haber recibido dinero de la familia Isaías para su primera campaña electoral. La réplica fue desempolvar supuestos malos manejos administrativos en el IESS. El incidente lo etiquetó súbitamente de opositor y entonces sus contertulios también cambiaron.