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La entrevista que Sebastián Piñera, expresidente de Chile, le concedió a Revista Vistazo en el 2016

martes, 6 febrero 2024 - 22:10
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El expresidente chileno Sebastián Piñera había cumplido 74 años el pasado 1 de diciembre. Gobernó durante dos mandatos, entre 2010 y 2014 y entre 2018 y 2022, el último empañado por un estallido social. Este martes, la noticia de su repentino fallecimiento tomó por sorpresa al mundo.

El exmandatario, único gran empresario chileno abiertamente opositor a Pinochet, falleció después de que un helicóptero que al parecer pilotaba se estrelló en medio de una intensa lluvia, en Lago Rengo, en el sur del país.

Tras la confirmación del deceso emitida por su propia oficina, decenas de figuras públicas y miles de internautas expresaron su conmoción y pesar por la muerte de Piñera, otrora líder de la renovación de la derecha en la llamada "Patrulla Juvenil".

$!Los partidarios del expresidente chileno Sebastián Piñera se reúnen en un monumento en su honor frente a su casa en Santiago el 6 de febrero de 2024.

En septiembre del 2016, después de concluir su primer mandato, en el que destacaron las labores de reconstrucción del país tras el potente terremoto del 27 de febrero de 2010, y el exitoso rescate de los 33 mineros atrapados en Atacama, concedió una entrevista a Revista Vistazo, en la que habló sobre cómo inició su trayectoria política y el socialismo del siglo XXI.

El consejo de un padre

En 1989 cuando Chile regresaba a la vida democrática, Piñera contó que exploró la posibilidad de participar en política. Cuando buscó el consejo de sus padres, recibió opiniones opuestas.

Su madre le dijo: “De ninguna manera. Dedíquese a sus empresas, su familia. La política es ingrata”.

Su padre, por el contrario, sostuvo: “De todas maneras. (Hágalo). En el sector privado le será más cómodo, pero solo en el servicio público se realizará a plenitud”.

Él siguió este último consejo. “El servicio público es una vocación a la que no todos están llamados, pero quienes lo hacen de manera honesta y recta, tendrán satisfacciones inmensas”, aseguró en ese entonces, sin saber con certeza que en dos años iba a portar otra vez la banda presidencial del país que lo vio nacer.

Al término de su primer mandato, comprendido entre el 2010 y 2014, la pobreza extrema bajó de 7,7 por ciento a dos por ciento y la moderada de 20,6 por ciento al 6,8 por ciento. El país creció a un promedio de cinco por ciento anual y generó un millón de empleos, de los cuales 516 mil fueron para mujeres.

$!En su segundo paso por como presidente, Piñera no tuvo la misma suerte, ya que fueron cuatro años de tormentas sociales, derrumbe de la confianza en las instituciones y una profunda desconexión entre la sociedad y la élite.

En la entrevista, estaba convencido que para un país, “la política laboral más acertada es el empleo formal, porque mejora las condiciones de vida de sus habitantes y aumenta la competitividad”.

Mente de emprendedor

Citando a Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, rememorando su época como estudiante, dijo: “Un emprendedor debe tener fuego en el corazón y llamas en la mirada, porque eso es lo que se transmite a los demás. Uno enfrenta fracasos y dificultades pero se demanda perseverancia, resiliencia y trabajar en equipo, para que todos sean parte del esfuerzo y del beneficio”. Y por supuesto, “se requiere suerte”.

Esta dosis de suerte le llegó cuando uno de sus profesores de Harvard fue contratado para establecer el sistema de las cuentas estatales del gobierno boliviano y lo incluyó como parte de su equipo por haber trabajado duro cuando fue estudiante.

En el libro “Conversando con Piñera”, el expresidente manifestó que no le dijeron sus honorarios, pero que al terminar el trabajo recibió 70 mil dólares, cuando él esperaba 10 mil. Fue su capital semilla.

Como empresario que amasó una fortuna de 2.500 millones de dólares, su historia se parece a la del rey Midas: todo lo que ha tocado se ha transformado en oro. Comenzó con una empresa constructora, después fue banquero, consiguió las franquicias de dos tarjetas de crédito, fue socio de la aerolínea LAN, una cadena de televisión, etc.

Libertad y Estado

El exmandatario estaba convencido de que únicamente en libertad que es indivisible e integral se generan la creatividad y la innovación.

“Aquellos que creen que la libertad se puede dividir en libertad política sin libertad económica o libertad económica sin libertad política no entienden el concepto de libertad. La democracia es la expresión política de la libertad: separación de poderes, estado de derecho, libertad de asociación, igualdad ante la ley, libertad de expresión y opinión, porque sin esta última todas las demás pierden su sentido”, consideró.

Libertad económica es la que permite a los hombres ser los arquitectos de su vida. Incluye el combate a la pobreza para lograr la igualdad de oportunidades, para que la magnitud de los sueños, la fortaleza del compromiso y el talento sean los que determinen el éxito o el fracaso de una persona", acotó.

Sostuvo que la discusión en América Latina se centraba en torno al tamaño del Estado, cuando convenía enfocarse sobre qué debe y qué no debe hacer el Estado en una sociedad libre y democrática.

“Hay muchas áreas en las cuales falta el Estado y otras en las que sobra. Cuando falta el Estado es agobiante porque nadie puede reemplazarlo en sus tareas fundamentales. Sin embargo, cuando éste sobra y se vuelve controlador asfixia a la sociedad”, precisó.

“El Estado debe fijar las reglas del juego y hacerlas cumplir, trabajar porque nuestras sociedades sean más inclusivas en educación, en salud, en seguridad y en proteger el medio ambiente. No debe intervenir en fijar precios, conceder privilegios y o decidir sobre las carreras que se debe o no estudiar", opinó.

Socialismo del siglo XXI

Piñera creía que el socialismo había engendrado dictaduras. “Parte de un concepto equivocado de la naturaleza del ser humano y de la sociedad. Confía y cree en el Estado más de la cuenta y desconfía de las personas más de la cuenta", señaló.

"El Estado es el gran protagonista, que debe conducir los destinos sociales y convertir a todos en súbditos que obedecen. Donde se ha aplicado ha fracasado. Fracasó en el siglo XX en los países de la órbita soviética porque en aras de una igualdad que nunca llegó condenó a la gente a una vida frustrante y oscura”, acotó.

Fue lapidario con la corriente del Socialismo del siglo XXI. "Es una versión con los mismos errores garrafales del socialismo del siglo XX. Su período de auge se fundamentó en el boom petrolero, pero apenas esa fuente de recursos desapareció se ha caído a pedazos", dijo.

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