Ecuador pasó de ser país de tránsito a bodega del narcotráfico
Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, pasó de ser un país de tránsito a bodega del narcotráfico, dijo el domingo la ministra de Gobierno, Alexandra Vela.
"El proceso de incursión del narcotráfico en el país que se ha producido en los últimos años (...) se ha ido consolidando y llevando al país de ser de mero tránsito hacia un país en donde haya almacenamiento interno", dijo la funcionaria al canal nacional de televisión Ecuavisa.
Ecuador incautó entre enero y agosto de 2021 unas 116 toneladas de droga, en su mayoría cocaína, frente al récord de 128 toneladas de 2020.
Ecuador enfrenta desde hace varios años una crisis carcelaria por diversas causas, entre ellas la violencia desatada por una guerra entre grupos criminales al servicio de cárteles del narcotráfico como los mexicanos Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Miembros de esas bandas se enfrentaron a bala el martes en una penitenciaría del Litiral, dejando al menos 119 reclusos muertos, lo que constituye una de las peores masacres carcelarias en la historia de Latinoamérica.
En lo que va de 2021, las revueltas carcelarias en el país dejan 238 muertos, según cifras oficiales.
Vela señaló que "lo que se está dando dentro de las cárceles en este momento es una lucha abierta entre dos bandas o grupos delincuenciales, a veces son tres y cuatro las que están dentro de la cárcel, por controlar la cárcel y por controlar los mercados de tráfico".
Ecuador cuenta con 65 prisiones con capacidad para unas 30.000 personas, pero están ocupadas por 39.000, con una superpoblación de 30%. Un tercio del total de reclusos está relacionado con el tráfico de drogas, de acuerdo con analistas.
El experto ecuatoriano en seguridad y narcotráfico Freddy Rivera dijo a la AFP que el país resulta "estratégico" para los narcos porque tiene una economía dolarizada y cinco puertos marítimos para intentar exportar droga hacia Estados Unidos y Europa.
También es favorable porque tiene "una debilidad institucional enorme, permeada por la corrupción y la infiltración del crimen organizado en las instituciones de seguridad, justicia y carcelarias", añadió.
