En una entrevista con el canal de televisión Ecuavisa, el mandatario Daniel Noboa reveló este viernes que no tiene contemplado proponer que se establezca el mecanismo de reelección indefinida si consigue consolidar una nueva Constitución en los meses próximos.
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Desde la Gobernación de Cotopaxi, en la ciudad de Latacunga, el mandatario se refirió al referéndum convocado para el próximo 16 de noviembre, en el que la ciudadanía decidirá si da paso al establecimiento de una Asamblea Constituyente.
“No creo en la reelección indefinida. Creo en el cambio, creo también en el recambio", declaró Noboa, al asegurar que solo prevé seguir en la Presidencia durante los dos periodos para los que se encuentra facultado: el actual y el próximo, que comenzaría en 2030”.
De conseguir la aprobación de la iniciativa en el referéndum de noviembre, se llevarían a cabo a inicios del próximo año unas elecciones nacionales en las que serán elegidos los integrantes de la Asamblea Constituyente, que redactaría una nueva Carta Magna, la cual tendrá que ser aprobada nuevamente por la ciudadanía en las urnas.
Con una Constitución diseñada para dar mayor impulso a su plan de Gobierno, Noboa buscaría consolidar reformas en seguridad, economía y reorganización del Estado, pues la Corte Constitucional ha suspendido temporalmente varios artículos de leyes urgentes presentadas por el Ejecutivo en este periodo: las de Inteligencia, Integridad y Solidaridad Nacional.
El mecanismo de reelección indefinida, instalado en diciembre del 2015 durante el Gobierno de Rafael Correa mediante una enmienda aprobada por la Asamblea Nacional, fue dado de baja en febrero del 2018 por el entonces presidente Lenín Moreno, a través de un proceso de consulta popular y referéndum.
En un adelanto de la entrevista, el mandatario es cuestionado sobre la aparente falta de capacidad del Estado de controlar el sistema carcelario del país, en el marco de recientes masacres registradas en cárceles de las provincias de El Oro y Esmeraldas.
Este lunes, un enfrentamiento armado en la cárcel de Machala entre reclusos que pertenecerían a diferentes grupos de crimen organizado dejó 11 muertos. Tres días después, en la cárcel de Esmeraldas, una emboscada en un pabellón por parte miembros de Los Tiguerones causó 17 muertes. La mayoría de las víctimas, al igual que en el primer incidente, pertenecían a distintas banda delictivas.
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"En menos de tres horas estuvo neutralizado todo", afirmó de manera escueta el mandatario, reiterando que el Estado no ha perdido el control de las cárceles del país, las cuales permanecen militarizadas desde que declaró en enero de 2024 el estado de conflicto armado interno en el país, con miras a enfrentar la delincuencia organizada.