El sector de transporte de carga pesada manifestó su inconformidad ante el aumento del precio del diésel, que desde el 12 de septiembre pasó a costar USD 2,80 por galón, tras la eliminación del subsidio al combustible por decisión del Gobierno Nacional.
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Los representantes de la Cámara Ecuatoriana de Transporte Pesado solicitaron la derogación inmediata del decreto presidencial, argumentando que la medida no fue previamente socializada con los actores del sector. Además, advirtieron que esta disposición coloca en situación de vulnerabilidad al transporte de carga, generando consecuencias económicas y sociales de gran magnitud.
Los gremios solicitaron la instalación de una mesa técnica que permita discutir alternativas para reducir el impacto del incremento en el precio del diésel. En su comunicado del 13 de septiembre, recordaron que han respaldado al presidente Daniel Noboa en la lucha contra la inseguridad, considerada la principal preocupación nacional.
No obstante, también expresaron su inconformidad con la elevación del IVA del 12% al 15%, señalando que esperaban que dicha reforma tributaria se tradujera en mejoras en materia de seguridad, lo cual, según ellos, no ha ocurrido.
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Finalmente, responsabilizaron a la Confederación de Transporte Terrestre, presidida por Napoleón Cabrera y Luis Felipe Vizcaíno, de adjudicarse la representación del transporte ecuatoriano sin legitimidad. El pronunciamiento concluyó con una declaración categórica:“Mientras la inseguridad sea nuestra carga, es inviable aceptar el alza en los combustibles”.