El voto útil despejará el enigma de las elecciones. Este es dispersar al electorado no gobiernista en varios candidatos presidenciales porque hay la oportunidad de que la segunda vuelta sea entre dos de ellos, o si la opción del estado candidato crece con la presencia de chimbadores que dividirán al electorado en Quito y Guayaquil.
Por lo que muestran las encuestas se facilita el triunfo de Lenín Moreno. Todas lo dicen aunque cada una con su cliente más arriba. Siempre Moreno primero mientras Lasso, Moncayo y Viteri en pelotón suman más pero dispersándose quedan rezagados. Esto lo han venido advirtiendo ellos mismos durante años, por eso es interesante observar cómo nace cada candidatura, quién la presenta y quién la impulsa.
El nacimiento es idéntico aquí y en todo el mundo. El propio candidato se postula y luego arma una plataforma de lanzamiento.
Así se hace en todas partes, por tanto es bola de humo esa verborrea de que hay actores políticos autistas que se imponen solos. Hasta la fecha no se conoce ningún candidato que haya sido obligado o rogado para lanzarse. Es un acto voluntario que cada uno se lo busca. Pero una cosa es nacer en la maternidad y otra en un taxi o que lo dejen abandonado en la calle. Ahí brotan las diferencias que marcan el destino dándoles a unos más oportunidades que a otros.
La distancia es grande cuando una candidatura se trabaja con anticipación, como han sido la gran mayoría de las que han ganado la carrera presidencial. Eso no se programa y organiza en seis meses. Por eso se constituyen amplios frentes políticos de respaldo que no nacen de la noche a la mañana.
Actualmente los únicos que reúnen ese segundo requisito son Lenín Moreno y Guillermo Lasso. Desde que el PSC presentó la precandidatura de Cinthya Viteri hubo resquebrajamientos en la Unidad que había aglutinado el liderazgo de Jaime Nebot. La proclamación unilateral de la candidatura disolvió esa Unidad y el gran beneficiado resultó Guillermo Lasso que aparecía como perjudicado.
Lo natural es que Nebot y PSC no tengan candidato presidencial como ha sido en la última década, pues desde que Nebot es alcalde ha hecho muy bien en no apoyar a ningún presidenciable y el gran PSC es un zombie que no ha cambiado a su director general en 18 años. Su candidata divide al electorado de Guayaquil.
De otro lado, aparece un superpatriarca como Rodrigo Borja retirado de la política, que no opina sobre el régimen imperante, para resucitar a la ID que ha aportado con distinguidos afiliados en el gabinete de Correa. Postula a Paco Moncayo como candidato de centro izquierda sobre la tarima de la izquierda izquierda que históricamente no supera el cinco por ciento del electorado, conformada por excorreístas cercanos a Lenín Moreno, y como estrella invitada a Jimmy Jairala íntimo del correísmo. Paco Moncayo exalcalde de Quito fragmenta al electorado de la capital. El voto útil siempre ha triunfado.