¿Cómo mejorar la democracia?
Las democracias son muy criticadas. Se las acusa de obstaculizar la toma de decisiones que generen bienestar. Sin embargo, la falla no está en la democracia, sino en que realiza lo que los votantes eligen. Expliquemos.
En una democracia, las políticas son aprobadas en votaciones por la mayoría. Pero la población no tiene un conocimiento profundo sobre temas como la política y la economía. Los políticos aprovechan estas circunstancias para vender agendas personales y de grupos de interés, ignorando el interés general.
Las elecciones son inefectivas para alejar las políticas equivocadas. Los votantes de los países pobres quieren emigrar a países ricos, pero no votan por políticos que copien las políticas de esos países. En el fondo, el problema es que los votantes tienen una ignorancia selectiva: solo buscan informarse, estudiar, analizar en aquellos temas que les interesan. ¿Porqué dedicar tiempo y esfuerzo a estudiar un tema si con tu voto no puedes cambiar el resultado?
El costo de la selección de políticas desinformadas (o incluso irracionales cuando se vota en base a emociones) se distribuye entre todos los votantes(es una externalidad que la pagamos todos). Entonces, ¿por qué preocuparse demasiado si se vota a favor de políticas nocivas, si el grueso del costo lo pagarán el resto de los ciudadanos?
La alternativa a la democracia no es la dictadura, sino entender en qué campos de acción son más eficientes las decisiones democráticas (por votación) y en cuáles debemos usar mecanismos alternativos como los acuerdos voluntarios que se producen en los mercados. Por ejemplo, los mercados son más eficientes para la asignación de recursos porque disponen de la guía del sistema de precios y la irracionalidad es un costo que paga quien toma decisiones equivocadas y que no puede ser distribuido al resto (como en la política).
Mejorar la educación para tener una mejor democracia suena loable, pero poco realista porque la ignorancia selectiva del votante es un resultado de su racionalidad, no es un problema de la democracia. Mejorar el funcionamiento de la democracia requiere entender en qué campos es más eficiente tomar decisiones por mayoría (votaciones) y en cuáles no. Significa limitar el campo de acción de la democracia exclusivamente a la esfera política y dejara los mercados funcionar en la esfera económica. Dejemos de sobreestimar el poder de la democracia y de subestimar el poder de los mercados.
