Alberto Acosta-Burneo

Bimonetarismo

El argumento oficial es que el fisco ahorrará en importación de billetes de dólares. Lamentablemente, los riesgos exceden este supuesto beneficio.

Para enfrentar la pérdida de dólares, el gobierno ecuatoriano quiere inflar la oferta monetaria artificialmente acelerando la emisión de la moneda electrónica. En 2014, el Código Monetario y Financiero otorgó esta responsabilidad al Banco Central del Ecuador (BCE), pero hasta ahora la moneda electrónica ha tenido un uso marginal.

El Gobierno no está dispuesto a perder más tiempo. El proyecto para el Equilibrio de las Finanzas Públicas propone regalar moneda electrónica por un equivalente de 50 millones de dólares anuales a quienes consuman con tarjetas de crédito, débito y que paguen el RISE. Las empresas no pagarán el anticipo del Impuesto a la Renta sobre las ventas y compras realizadas con moneda electrónica.

El argumento oficial es que el fisco ahorrará en importación de billetes de dólares que no se producen en el Ecuador, aunque podría dejar que los bancos privados realicen sus propias importaciones. Lamentablemente, los riesgos exceden este supuesto beneficio:

Respaldo inadecuado: El Código Monetario y Financiero obliga a respaldar la moneda electrónica con activos líquidos del BCE, pero olvida definirlos… Entonces, el Gobierno usará bonos del Ministerio de Finanzas asegurando que son absolutamente líquidos, aunque sean difíciles de transformar en dólares en un ambiente adverso.

Gobierno utilizará los dólares: Los dólares que entren al BCE como respaldo en las cuentas de moneda electrónica podrán ser utilizados por el Gobierno, quien a cambio entregaría papeles al BCE (ya sucedió con 2.466 millones de dólares de la reserva internacional a los que calificó como “excedentes de liquidez”). Lo explicó cándidamente el entonces gerente del BCE, Mateo Villalba: “Ningún banco en el mundo que recibe un depósito lo deja guardado. Yo podría construir una gran pecera y poner ahí todos los dólares para que todos los vean, pero sería absolutamente ineficiente”.

El BCE emitirá moneda: Como el respaldo de la moneda electrónica podrá estar en bonos del Estado, la creación de este dinero solo requerirá que el Gobierno le entregue al BCE nuevos títulos de deuda. No se necesitan dólares físicos en este proceso.

No confundirse: La moneda electrónica es radicalmente distinta a una tarjeta de débito cuyos fondos están respaldados por las normas internacionales de prudencia bancaria que rigen a las instituciones privadas. En cambio, la moneda electrónica es emitida por el BCE que no tiene que cumplir con este tipo de regulaciones.

El gobierno ecuatoriano promete que devolverá, siempre que su propietario lo solicite, un dólar físico por cada unidad de moneda electrónica. Otros ya hicieron promesas parecidas en el pasado, y fallaron. En 1944 Estados Unidos e Inglaterra aseguraron que sus monedas serían convertibles en oro en todo momento. En 1971, cuando Francia solicitó la conversión de sus dólares en oro, Estados Unidos no tuvo el oro suficiente, incumplió su promesa e inició la libre flotación del dólar. ¿Creemos que en esta ocasión será distinto y que Ecuador, con una economía menos robusta, sí podrá cumplir su promesa de convertibilidad? Estamos más cerca del bimonetarismo de lo que pensábamos.

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