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Informarse y estar alerta puede salvar vidas

En el mundo, cada año más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos, algo que ha levantado las alarmas para que haya más consciencia sobre la importancia que se le debe dar a la salud mental. Abordamos esta problemática que cobra una vida cada 40 segundos.

Uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años tiene algún trastorno de salud mental, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que esto será la principal causa de discapacidad en el mundo. A este dato se le agrega que el suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en las Américas, por lo que este es un problema que sigue siendo una prioridad de salud pública en la región.

Al mismo tiempo, es un tema descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes, así lo afirma la Organización Panamericana de Salud (OPS), desde donde insisten que los suicidios son prevenibles con intervenciones oportunas.

Es el caso de Elisa, quien empezó a sufrir depresión a los 17 años. “Las ideas suicidas surgieron a raíz de que no sentía rumbo en mi vida, no sentía apego por nada, no sentía ilusión de ningún tipo y eso me hacía sentir tan vacía. Como ni mi mamá ni yo estábamos conscientes de lo que significaba la salud mental, tanto ella como el resto que me rodeaba lo desestimaron y decían que era un tema de la edad”, nos cuenta.

Ella tenía migrañas, contracciones musculares por estrés y químicamente tenía bajos los niveles de dopamina y el cortisol alto, razón por la que empezó a recibir medicamentos y terapia psicológica para aprender a gestionar sus emociones.

Han pasado 10 años desde que empezó todo este camino para Elisa, además, la medicación psiquiátrica es parte aún de su vida, y aunque su psicóloga ya le dio el alta, esto la alegra, pero a la vez es consciente de que continúa siendo un desafío. Esta vez siente más confianza, porque a través de la meditación, el ejercicio físico y otras herramientas que ha recibido en los últimos dos años, todo ha mejorado, “ahora me siento diferente, soy capaz de sentir más empatía por mí, antes solo veía todas mis fallas, no consideraba que lo hacía bien, incluso por pequeño o grande que fuera”.

ESTAR ALERTA Y RECONOCER

Según la psiquiatra Julieta Sagnay, la depresión puede darse por múltiples causas y hay diversos trastornos que pueden desencadenar en ideas suicidas o en la realización del acto. Por esta razón, ella explica que es fundamental fortalecer una sociedad que esté alerta, que tenga información, conocimiento, que prepare a padres y a profesionales para reconocer y saber tratar a cada paciente.

La especialista también afirma que muchos de los casos vienen desde traumas o abusos de la infancia, una crianza sin abrazos, sin afectos. Ella comenta que hoy en día se ven padres negligentes, que minimizan la carga emocional de sus hijos, y es ahí donde justamente, hay señales de alerta.

Para Juan Carlos, de 41 años, la raíz de su depresión está en la infancia, el abandono de su padre cuando tenía 9 años y la falta de respuestas dejó una huella profunda. “Los seres humanos podemos vivir con la peor noticia, con lo que no podemos vivir es con la duda”, nos cuenta, quien recuerda haber sufrido de insomnio en la niñez, debido a no saber dónde estaba su padre. Luego, en la adultez, y tras relaciones fallidas que volvieron a abrir sus heridas de abandono llegarían los deseos de no querer existir. En el primer intento, su mismo cuerpo y los ladridos de sus perritos lo salvaron, todo se quedó en un suceso del que nadie se enteró, pero sería el segundo intento, en el que su mejor amigo fue quien lo llevó al hospital para salvarle la vida, lo que haría sonar la alarma.

“Cuando pasó lo que pasó, busqué ayuda profesional y ahí me di cuenta que la gran mayoría de las personas cargamos con una mochila en nuestras vidas, siendo los problemas, fracasos y derrotas las piedras que llevamos dentro, y los momentos de felicidad, éxitos y victorias los espacios en los que descargamos esas piedras. Lo principal es que debe haber un balance... nunca debemos permitir que el peso sea mayor del que podamos cargar”, nos cuenta.

La percepción de Juan Carlos es que son más los hombres que las mujeres quienes llegan a dar este paso, algo que no está alejado de la realidad, ya que según datos de la OMS, alrededor del 79 % de los suicidios en la región ocurre en varones.

Para él la razón radica en que la educación masculina está guiada hacia no hablar de lo que sienten. “Nos criaron en una sociedad machista donde el hombre no llora, el hombre siempre está bien... nuestra vida se puede estar cayendo en pedazos, pero la respuesta siempre es ‘estoy bien’. Las mujeres tienen más facilidad para desahogarse, ya sea con las amigas, las hermanas, la mamá, pero si a un hombre le sucede algo, como por ejemplo una infidelidad, por vergüenza la calla, mientras que las mujeres la lloran”, nos dice.

TODOS DEBEMOS CUIDAR NUESTRA SALUD MENTAL

Buscar ayuda de un especialista ayudó en ambos casos a poner atención a la salud mental. Por su parte, Juan Carlos aprendió a no dejar que el dolor se acumule: “No está mal que la gente te vea débil o vulnerable, todos lo somos en algún momento, el problema es cuando no lo quieres aceptar y siempre quieres aparentar que estás bien”, nos dice; mientras que Elisa, quien sigue lidiando con la ansiedad, señala: “Generalmente intento pensar en otras cosas, intento hacer un recuento de las cosas positivas del día...”.

PREVENIR DESDE EL ACOMPAÑAMIENTO

La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), respaldada por la OMS, impulsa cada año el Día Mundial de la Prevención del Suicidio y este 2023 uno de los puntos principales en la agenda es la importancia del acompañamiento, es decir: “Crear esperanza a través de la acción”.

La propuesta es que este problema de salud pública tenga una acción colectiva. Todos nosotros (familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos) tomemos medidas para prevenir esta situación en la Región.

La OPS señala que centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza. Acercarse a los seres queridos por su salud mental y su bienestar podría salvarles la vida.

SIGNOS DE ALERTA

“Para el suicidio no hay una regla”, es la frase que nos puntualiza Mayté Herrera, creadora de la Asociación mexicana ´Que se escuche fuerte mi grito´, fundación que creó tras el suicidio de su hijo Rubén. Ella tras este suceso decidió ayudar a niños, adolescentes y padres de familia a prevenirlo y nos aclara que, aunque se espera que los padres conozcan bien a sus hijos existen muchos casos donde no están enterados de todo lo que les ocurre.

“Existe la idea de que son cosas de la edad”, comenta y afirma que este pensamiento ya no es válido pues los padres no pueden pasar por alto ciertas actitudes, como, por ejemplo:

*Encerrarse en el cuarto todo el día.

*Cambiar hábitos alimenticios. Si empieza a comer mucho o por el contrario empieza a comer muy poco es una alerta.

*Perder interés en las actividades que a ellos les encanta, aquellas que hacen por placer en lugar de por obligación.

*Empezar a regalar cosas que aman. No es normal que se deshagan de lo que más les gusta. En el caso de los niños y los adolescentes lo hacen porque quieren que sus “tesoros” se queden con personas cercanas.

*Cambios fuertes de humor, como mucha agresividad o por el contrario pasividad.

*Autolesionarse, las personas pueden ocultarlo con su ropa para llevar su dolor, las zonas más frecuentes pueden ser en las ingles o en las axilas.

*En el caso de las niñas arrancarse el pelo es una señal de alerta.

HABLAR SIN ESTIGMAS

Además, Mayté nos comparte algunos mitos que aún se mantienen entre la sociedad y que deben ser derrumbados.

*Existe la creencia de que únicamente los niños de padres divorciados tienen estas ideas. En la asociación Mayté trabaja con diversos tipos de familias donde hasta las más funcionales tienen esta problemática.

*Creer que si la persona manifiesta que se quiere hacer daño es porque quiere llamar la atención, ya ha sido desmitificado, pues una persona puede quitarse la vida dando señales o no. Según datos de la fundación que Mayté dirige, el 90 % de personas que se suicidan mostraron una señal que muchas veces no fue vista ni tratada a tiempo.

*El hecho de que una persona haya tenido un intento de suicidio no significa que está condenado a siempre estar ahí.

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