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Gérard Croiset: el misterioso vidente que trató de localizar a los sobrevivientes de la Tragedia de los Andes

lunes, 15 enero 2024 - 20:52
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El 13 de octubre de 1972 ocurrió uno de los accidentes aéreos más impactantes de Sudamérica. El vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, en el que iba el equipo de rugby de ese país, chocó en la Cordillera de los Andes. De los 45 pasajeros, solo 16 lograron regresar a casa, como lo reseña la nueva película de Netflix ‘La sociedad de la nieve’.

Otros lo conocen como el ‘milagro de los Andes’, puesto que los protagonistas de esta historia tuvieron que soportar más de dos meses bajo temperaturas gélidas, sin alimentos y con el miedo de no ser rescatados. De hecho, tuvieron que enfrentarse al horror de alimentarse con carne de sus propios compañeros.

Mientras tanto, las familias de los deportistas también vivían en desesperación, sobre todo cuando la búsqueda por parte de las autoridades había terminado. Madelón Rodríguez Gómez, madre de uno de los jóvenes, estaba convencida de que los muchachos seguían vivos y ante la inacción de las fuerzas del orden, decidió buscar a un clarividente.

Según relata Página 12, la señora le comentó a su esposo Carlos Páez Vilaró, un artista uruguayo, que le habían recomendado hablar con Gérard Croiset, un famoso clarividente neerlandés de aquella época.

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¿QUIÉN ERA GÉRARD CROISET?

Gérard Croiset empezó a creer que tenía poderes sobrenaturales cuando un día sostuvo la regla de su jefe y vio una serie de hechos sobre la vida de su empleador.

El hombre decía que tenía la capacidad de tener información sobre un objeto, persona o lugar mediante la percepción extrasensorial.

De hecho, la policía neerlandesa lo llamaba en última instancia cuando no podía hallar al culpable de un crimen. En una ocasión tomó un martillo y supuestamente vio a un asesino.

Cuando los agentes lograron atraparlo, se dieron cuenta que tenía las mismas características que describió Croiset. Desde entonces, el clarividente se volvió famoso, pero a la vez las noticias de sus errores empezaron a volverse más comunes.

Pese a esos antecedentes, Carlos Páez Vilaró decidió hablar con Croiset, pues tenía fe de que su hijo Carlitos Páez seguía vivo.

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$!Gérard Croiset un famoso vidente de los setenta.

CONTACTO CON EL VIDENTE

Cuando Páez Vilaró contactó al neerlandés, el sujeto estaba siendo operado, así que decidió hacer una acción inválida en el mundo de los psíquicos: desde el quirófano le traspasó los poderes a su hijo Crosiet Jr.

El preocupado padre habló supuestamente con Gérard Croiset original a través de Croiset Jr, según describe el Clarín de Argentina.

“Fue como quien pasa la pelota para hacer el try, le pasó la mente al hijo y le dijo ‘atiende el caso tú’”, comentó Páez Vilaró en una entrevista que se ha vuelto viral en redes sociales a propósito de la película de Netflix.

“Me dio más fe para acercarnos al avión”, dijo el padre de Carlitos Páez, uno de los sobrevivientes del accidente aéreo.

Un día, el clarividente describió el lugar donde podrían estar los sobrevivientes. Afirmó que veía un “volcán descabezado con una nube permanente”. También percibió un avión estrellado tras golpearse con la cresta de un monte y que la aeronave se desliza por la nieve como un tobogán.

Otra supuesta revelación es que el lugar del accidente estaba cerca a un pueblo blanco de tipo mexicano rodeado de ovejas, vacas pastando y hombrecitos caminando.

“Hay vida y hay muerte”, decía constantemente Croiset Jr sobre el sitio de la tragedia.

Con esos datos y un dibujo del clarividente, Páez Vilaró encabezó una expedición en Chile junto a boy scouts y cuatro grupos de carabineros. En el camino se encontró con algo sorprendente, en efecto había un pueblo con las características antes mencionadas y se llamaba ‘Blanco’. Sin embargo, no encontraron a los deportistas accidentados.

Finalmente, el 23 de diciembre de 1972 se produjo el milagro de los Andes gracias a dos sobrevivientes que decidieron caminar por las montañas hasta encontrar un pueblo, más no por las visiones del neerlandés.

Sin embargo, la ayuda de Gérard Croiset ayudó a incrementar la fe de Carlos Páez Vilaró y los sobrevivientes fueron hallados en un sitio similar al que describió el vidente.

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