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Sol y Mía: las tamandúas que fueron rescatadas de las garras del tráfico

viernes, 11 febrero 2022 - 20:07
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* Esta serie de reportajes narra historias de animales que fueron víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales. Ecuador es el primer estado en reconocer los derechos de los animales de forma constitucional.

Arrebatadas de sus madres y hábitats naturales, dos tamanduas mexicanas con tan solo tres días de vida, se encontraban a la venta en una carretera del Guayas. Tras ser rescatadas por una chica que no soportó ver aquella atrocidad y se las quitó a la fuerza al traficante, llegaron a las manos del equipo médico de Proyecto Sacha, que aceptó la misión de rehabilitarlas para que vivan en el bosque de donde nunca debieron haber sido extraídas.

Esta es su historia:

Dentro de una bolsa que reposaba sobre un hombro, tres crías de tamanduas mexicanas, una especie de tamaño mediano de hormigueros, eran extraídas de los bosques húmedos tropicales en donde habían nacido sin poder hacer nada para evitarlo. Sus madres probablemente fueron asesinadas o volverían al lugar donde habían dejado a sus bebés, mientras se alimentaban, solo para darse cuenta de que ya no estaban.

El 'Paradero de los Zombies' es como las organizaciones de conservación de fauna silvestre conocían al Km. 26 de la vía Durán a Tambo. Llevaba ese nombre por la gran cantidad de personas que llegaban a esa zona para vender animales que capturaban en bosques. Aquel fue el lugar al que el traficante llegó con las tamanduas.

Una chica desconocida vio con indignación lo que el hombre intentaba hacer, y tras varios intentos, arriesgando su propia vida, logró salvar a las tamanduas después de arrebatárselas, según cuenta la Dra. Eliana Molineros, directora de la organización de conservación de fauna silvestre Proyecto Sacha, basándose en el reporte de la unidad policial a la que habrían sido llevados estos animales.

Fueron rescatadas dos, pero lamentablemente una de las tamanduas ya había sido vendida.

$!Foto: Cortesía de Proyecto Sacha

Es así como posteriormente, Sol y Mía llegaron a las manos del equipo médico de Proyecto Sacha en la clínica veterinaria Mansión Mascota, ubicada en Guayaquil, una noche de diciembre del 2021.

"Llegaron sin pelo, con el cordón umbilical pegado y muy deshidratadas, pero logramos sacarlas adelante", relató la Dra. Molineros, quien enfatiza que Sol y Mía solo tenían 3 días al llegar y ser hospitalizadas.

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Ahora que se hallaban distanciadas de su hábitat natural y sus madres -elementos esenciales para que Mía y Sol consumieran la dieta que exigía su cuerpo- su alimentación se basaba en nutrientes y leches especializadas. Poco a poco obtuvieron más peso, y mientras los días pasaban y crecían, comenzaban a pasar más tiempo trepando troncos que acostadas.

$!Mía y Sol, reponiendo nutrientes con leches especializadas y exponiendo un saludable pelaje. Foto: Cortesía de Proyecto Sacha

Dos meses después de su llegada, a finales de enero del 2022, su pelaje había crecido y exponía un color blanco crema y negro, tal como cuando son avistados en sus frondosos bosques. Se las encontraba olfateando siempre los troncos a su paso. Las tamanduas mexicanas tienen este sentido precisamente, el olfato, mucho más desarrollado que su visión, la cual no es tan buena. Lo usan como herramienta para encontrar colonias de termitas u hormigas y alimentarse.

Debido a que su estado de salud se había estabilizado y su comportamiento no se había visto alterado en demasía por el tiempo que pasaron a merced del traficante, la Dra. Molineros alberga la esperanza de que sean introducidas de vuelta a su hábitat natural, una vez que terminen todo el proceso médico que conlleva su fortalecimiento.

$!Mía y Sol, olfateando sus alrededores. Foto: Vistazo

Ellas hasta ahora se encuentran bajo nuestra tutela y esperamos poder rehabilitarlas para liberarlas. Ya es un gran orgullo haberlas sacado adelante”, relata la doctora.

Se prevé que las tamanduas continúen su proceso de reinserción en un centro de rehabilitación proyectado por su organización en Santa Elena, para así ser liberadas en su hábitat natural, dentro de los confines de la costa ecuatoriana, después de que su salud se restablezca totalmente y su comportamiento denote que han adquirido las habilidades necesarias para sobrevivir por su cuenta.

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¿CÓMO AYUDAR?

Así como Sol y Mia, hay muchos más animales silvestres que pertenecen a especies en riesgo de conservación y sin embargo, siguen siendo objetivos de tráfico y tenencia ilegal.

Hoy en Ecuador hay 125 especies en peligro crítico, 283 especies que se encuentran en peligro y 344 especies vulnerables, según indica el Director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Byron Lagla. Estos números asegura, aumentan progresivamente con el pasar de los años.

El tráfico y tenencia ilegal de animales silvestres está penalizado en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal: “La persona que cace, pesque, tale, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, introduzca, almacene, trafique, provea, maltrate, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies listadas como protegidas por la Autoridad Ambiental Nacional o por instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.

Pero además existen agravantes de las sanciones, como el hecho de que el delito se suscite en zonas de incubación, que tengan como objetivo especies en riesgo de extinción o que se de en un área protegida, entre otros.

Asimismo, Lagla afirma que en el mes de marzo habrá una gran posibilidad de que se oficialicé el Comité Nacional de Patrimonio Natural, del cual se formará un subcomité de delitos contra la vida silvestre que contará con el apoyo de entidades como el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Gobierno, Agrocalidad, la Fiscalía General del Estado, entre otras.

Cualquier ciudadano puede denunciar un caso a las autoridades o notificar el avistamiento de un animal silvestre dentro del entorno urbano.

Mónica Cabrera, directora de comunicación de Rescate Animal, explica que “el protocolo a seguir es comunicarse con el ECU 911, quienes están relacionados con la Policía del Medio ambiente y el Ministerio”.

Cabrera hace énfasis en no comprar animales silvestres, aunque se lo haga con el afán de ayudar al animal, porque se beneficia a las redes de tráfico. Además recomienda, solo en casos que no representen un riesgo, grabar videos y tomar fotos cuando uno sea testigo de algún acto de tráfico y tenencia ilegal de fauna, para que al notificar a las autoridades se pueda presentar evidencias del delito.

Con respecto a la decisión de la Corte Constitucional (CC) de reconocer a los animales como sujetos de derechos de protección por formar parte de la naturaleza, Lagla señaló que “para los procesos administrativos y penales ya no deberán solicitar agravantes, sino solamente solicitar el inicio del proceso. Para nosotros (el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica) es un hito”.

Durante el 2021, se ejecutaron 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. Con los nuevos instrumentos normativos se espera fortalecer el marco jurídico que protege a la fauna silvestre, con el fin de que los casos de tráfico y tenencia ilegal sean cada vez menos.

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