La administración eliminaría la flexibilidad actual que permite a los estudiantes extranjeros permanecer mientras completan sus programas académicos, estableciendo un límite fijo de cuatro años sin importar la duración de sus estudios.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, no comentó directamente sobre la disposición, pero dijo que se toman "muy en serio el proceso de investigar quién entra en el país".