Alrededor de 20 mujeres afganas clamaron por el reconocimiento de sus derechos básicos en la Kabul, la capital afgana. El Gobierno Talibán disolvió la concentración de manera violenta, hiriendo a las protestantes con gas pimienta y amenazándolas con armas de fuego.
"Cuánta violencia hay contra las mujeres. Basta. Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer", dijo Francisco en la Basílica de San Pedro del Vaticano.