El dinero de las remesas enviado a países de renta baja y media como Ecuador, superó el monto que reciben esas mismas naciones por ayuda oficial al desarrollo e inversión extranjera.
La triste paradoja de la migración, que ya se está convirtiendo en tragedia, es que las remesas le inyectan a la deprimida economía ecuatoriana más de 4.000 millones de dólares al año.