La falta de estándares dentro de dicha ley ha creado una situación en la que el presidente tiene una discreción casi ilimitada para desplegar tropas en caso de disturbios civiles.
Sheinbaum fue enfática en decir que “no” se aceptará una estrategia de “invasión suave” y argumentó que en la llamada que tuvo la semana pasada con Trump abordaron el tema de seguridad.