La cantautora barranquillera preparó un show con más de 20 piezas musicales que está uniendo generaciones en el escenario del Estadio Olímpico Atahualpa.
Con cuatros, congas y una banda puertorriqueña, Bad Bunny protagonizó su primer Tiny Desk, alejándose del reguetón y apostando por los ritmos tradicionales de su más reciente álbum.