Con iniciativas y proyectos se dinamiza la vi­vienda de interés social

El Gobierno expidió en abril pasado el reglamento de la Ley de Vivienda de Interés Social, que establece el valor máximo de estas propiedades en 178 salarios básicos, es decir, 75.650 dólares.
Fabrizio López Lupino
La Ley de Vivienda de Interés Social crea la modalidad de arrendamiento social con opción a compra para personas que no son consideradas sujeto de crédito.

La aprobación a inicios de este año de la Ley Orgánica de Vi­vienda de Interés Social, abre un nuevo capítulo para reducir el déficit habitacional en Ecuador que, según datos del Ministerio de Desarro­llo Urbano y Vivienda (MIDUVI), as­ciende a 2,7 millones de unidades.

La normativa, busca garantizar la prestación del servicio público de vi­vienda de interés social (VIS), por me­dio de proyectos y planes habitaciona­les públicos, privados o conjuntos.

El Decreto Ejecutivo 405 expedido en abril con el reglamento de la ley, nor­ma y regula los incentivos y subsidios para los nuevos programas y estableció el valor máximo de las VIS en 75.650 dólares, y de 92.735 dólares para Vivien­das de Interés Público (VIP).

Para Santiago Tamayo, director in­mobiliario de la Cámara de la Indus­tria de la Construcción (CAMICON), uno de los aspectos más destacables es la creación del Banco de Suelo para Vivienda de Interés Social, a través del cual se puede destinar terrenos ocio­sos o subutilizados para generar pla­nes de VIS.

“El valor de estos terrenos, siem­pre y cuando sea para el desarrollo de este tipo de proyectos, puede ser menor al establecido catastralmente, cumpliendo los GAD de esta manera con la responsabilidad que tienen de atender a los sectores más desposeí­dos”, comenta.

Tamayo, quien también pertenece al colectivo Constructores Positivos, cree que cuando la empresa priva­da encuentra incentivos para el desa­rrollo de programas se convierte en un actor importante, especialmente cuando se garantiza que el comprador del inmueble podrá cancelar el valor, a través de créditos con tasas de inte­rés subsidiadas.

“Se hace muy atractivo para los promotores y constructores realizar este tipo de proyectos, pues se sabe que va a poder concluir con éxito el mismo”, reflexiona.

Con este criterio coincide Stefano Ferreti, vicepresidente de Ambiensa, no obstante, destaca que se debe agi­lizar el proceso de calificación de los planes habitacionales pues las demo­ras en esta etapa retrasan su comer­cialización.

“Tienes que hacer estudios eléctri­cos, sanitarios, estructurales, urbanís­ticos, de consumo. Todo esto toma su tiempo, hasta que lo presentas al MI­DUVI y te califican, no puedes salir a la comercialización de ese produc­to”, explica.

Lea también: Pérgolas ofrecen mayor espacio a viviendas

En el marco de la Ley de Vivienda de Interés Social se estableció en 75.650 dólares el monto máximo de las VIS.

Ambiensa es la inmobiliaria a car­go del Plan Mi Casa Mi Futuro, que impulsa el Municipio de Guayaquil y que se desarrolla en el sector de vía a la Costa. El proyecto, que se ejecuta en etapas cerradas, consiste en la cons­trucción de 5.000 unidades habitacio­nales en medio de un entorno con pis­cinas, áreas recreativas, espacios para mascotas, entre otros. Ya se han entre­gado 1.000 casas.

Ferreti detalla que este tipo de pla­nes no solo ayudan a reducir una par­te del déficit habitacional, sino que se entregan viviendas de calidad, con ur­banismo, con conciencia social y eco­lógica. “Aquí estamos hablando de un estilo de vida, de un entorno. Nues­tros proyectos tienen calificación VIS y VIP, las cuales acceden a una tasa preferencial de 4,99 por ciento en cré­ditos hipotecarios”, comenta.

Con 55 millones de dólares en cré­ditos VIS y VIP colocados en 2021 y una proyección de 60 millones para el 2022, Mutualista Pichincha, es otra institución financiera a nivel na­cional que apuesta por estos tipos de planes habitacionales.

Ximena Aguirre, gerente de Ne­gocios Financieros de la entidad, con­sidera que los proyectos de este tipo generan interés debido a la demanda que tienen y los parámetros especiales establecidos por el Gobierno.

“Para las familias, las condicio­nes preferentes del crédito hacen po­sible el anhelo de tener una vivienda propia, y no solo por la tasa de inte­rés, plazo y porcentaje de entrada re­ducido, sino también por los costos y características de las viviendas”, ma­nifiesta.

En esa línea, Mutualista Pichin­cha otorga créditos VIS para casas con valores desde 24.467,25 dólares has­ta 75.505,50 dólares, con una entra­da del 5 por ciento y un plazo de hasta 25 años; iguales condiciones se apli­can para créditos VIP, en in­muebles cuyo valor sea des­de 75.509,75 dólares hasta 97.078,50 dólares.

Entre tanto, su produc­to “En mi terreno, mi casa”, ofrece a los clientes que tie­nen terreno propio y no poseen una vivienda, la posibilidad de construir­la y financiarla con el interés del 4,88 por ciento.

Aquí las personas tiene la opción de escoger de entre varios modelos pre­viamente calificados por el MIDU­VI, las viviendas son sismorresistentes edificadas con los sistemas constructi­vos Hormi2 o Casa Lista.

Más temas del sector inmobiliario en la edición de Revista Enfoque, ya en circulación con Vistazo.

Mutualista Pichincha establece para créditos VIS y VIP, un interés del 4,88 por ciento y un plazo de hasta 25 años