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¿Qué es ficción y qué es realidad entre 'Los dos Papas'?

lunes, 10 febrero 2020 - 02:28
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En la película Los dos papas, Francisco y Benedicto tienen una excelente relación. En la realidad, el sector más conservador de la Iglesia, cercano a Benedicto lo usa para boicotear las acciones del Francisco.
 
La ficción: la excelente película del brasileño Fernando Meirelles "Los Dos Papas" sobre la relación entre el Papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI. Dos hombres con visiones distintas sobre la vida y la Iglesia que se acercan y entablan una amistad a pesar de las diferencias porque comparten una misma fe y un mismo propósito. Tan buena es la ficción que los actores Jonathan Pryce que encarna a Francisco y Anthony Hopkins que da vida a Benedicto, que ambos fueron candidatos a mejor actuación como actor principal y como actor secundario, respectivamente, en los Premios Oscar, aunque ninguno pudo alzarse con la estatuilla. 
 
La realidad: es difícil la convivencia de dos papas al mismo tiempo, indistintamente de las promesas y el respeto mutuo. Los personajes que pululan en la cercanía siempre buscarán con intrigas cómo distanciarlos. Eso parece haber ocurrido con el libro “Desde lo profundo de nuestros corazones”, escrito por el cardenal africano Robert Sarah, de la Congregación del Opus Dei, la misma casa religiosa del Papa Benedicto XVI. El libro es una defensa a ultranza de los principios más antiguos de la Iglesia, como por ejemplo el celibato sacerdotal. Debía circular justo un mes antes del anuncio de Francisco sobre la ordenación de hombres casados para las iglesias católicas en los confines de la selva amazónica, pedido hecho durante el Sínodo amazónico celebrado en octubre.
 
En algunos de los pasajes publicados en el diario francés "Le Figaro", Sarah, defiende que ordenar hombres casados no puede ser una excepción sino que es una "violación"... "En conciencia, como hijo de África, no puedo apoyar la idea de que los pueblos en el proceso de evangelización deberían ser privados de este encuentro con un sacerdocio vivido plenamente", subraya el cardenal originario de Guinea Conakri.
  
La defensa de la tesis de Sarah es válida como posición personal, el problema es que iba a aparecer firmada también por Benedicto XVI, como si el libro hubiese sido escrito a cuatro manos. Según Sarah,  el papa emérito le facilitó un texto y conocía de la publicación y la habría aprobado el 25 de noviembre. Asimismo, subrayó que el 3 de diciembre visitó a Joseph Ratzinger en su residencia Mater Ecclesiae, en el interior del Vaticano y donde vive desde su renuncia, y que entonces le comunicó que el libro se publicaría el 15 de enero. Para muchos se trata de un movimiento para meter presión al papa Francisco, que aunque siempre ha defendido el celibato, podría autorizar que no tenga vigencia en la Amazonía y abrir el camino a otras zonas remotas del planeta donde no llegan los sacerdotes. Cualquier decisión que ahora tome Francisco estará ya puesta en tela de juicio tras la opinión de Ratzinger.
 
No es la primera vez, que Ratzinger rompe su prometido silencio. En abril del pasado año, después de la histórica cumbre en el Vaticano para acabar con los abusos sexuales por parte del clero, Benedicto XVI habló a una revista alemana y adelantó por algunos medios de información religiosa de orientación conservadora su visión sobre el tema.
 
En la plaza de San Pedro.  Francisco deberá pronunciarse sobre el pedido de admitir como sacerdotes a hombres casados para áreas muy remotas, por ejemplo, la Amazonia.
 
Benedicto XVI culpó entonces de los abusos a menores a la supuesta revolución sexual del 68 y a las desviaciones de la teología "conciliar", es decir a una interpretación mal entendida del Concilio Vaticano II, el colapso moral de la sociedad y de algunos miembros de la Iglesia.
 
Las intervenciones del papa emérito, que había mantenido su silencio hasta hace pocos años después de su decisión de renunciar al pontificado en 2013 y quedar "escondido del mundo", son paradójicamente cada vez más numerosas. Surgen así, de nuevo, las acusaciones de que Ratzinger, de 92 años, que desde hace años se limita a breves apariciones grabadas o fotografiadas por algún periodista o amigo que le ha ido a visitar, en las que casi nunca realiza declaraciones y se observa que habla con gran dificultad, puede ser manipulado por el área más conservadora de la Iglesia, enfrentada a Francisco.
 
Pero también se plantea el evidente problema de definir la institución del papa emérito y de cómo y dónde se tienen que publicar sus escritos. En todo caso, la polémica sobre el libro se zanjó. El arzobispo Gaenswein, actual Prefecto de la Casa Pontificia y el hombre más cercano a Ratzinger aseguró que "se trató de un malentendido sin poner en duda la buena fe del cardenal Sarah" y "el texto que Benedicto mandó al cardenal es el suyo, pero no (es autor) de los otros textos", que son la introducción y las conclusiones.
 
El cardenal africano Robert Sarah cercano al Opus Dei buscó publicar un libro en defensa del celibato sacerdotal,  como si hubiese sido escrito a cuatro manos con Benedicto XVI.
 
Asimismo, Gaenswein que sigue residiendo con Benedicto XVI en la residencia Mater Ecclesiae en el Vaticano, agregó que por indicación del mismo papa emérito se pidió al cardenal Sarah que contacte a los editores para que quiten el nombre como coautor del libro y su firma también de la introducción y de las conclusiones.
 
 
 
 
 

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