Unidades antidisturbios de la policía francesa han dispersado con gases lacrimógenos y cargas una protesta en la plaza de la República, en el centro de París, vinculada con la cumbre del clima (COP21) que comienza mañana.
Según constató Efe en el lugar, la policía ha tomado el control total de la plaza con un gran despliegue de fuerzas antidisturbios listas para actuar, que minutos antes se habían enfrentado a unos centenares de manifestantes.
Los jóvenes, algunos de ellos enmascarados, habían arrojado objetos a la policía en protesta por la cancelación de la gran manifestación que hoy debía celebrarse y que fue cancelada, por motivos de seguridad, tras los atentados del 13-N.
Pese a que la manifestación no había sido autorizada, sí se permitió que, apenas dos horas antes, se formase una cadena humana que se extendió pacíficamente a lo largo de varias avenidas y bulevares del este de la ciudad, desde la plaza de la República hasta la plaza de la Nación, un recorrido de unos tres kilómetros.
Uno de los manifestantes, Nicolas, de 31 años, explicó que después de que se rompiese la cadena humana, la gente comenzó a concentrarse en la plaza de la República, y en ese momento la policía intentó bloquear los accesos.
"Había mucha tensión por ambas partes, pero es difícil saber quién empezó. Algún manifestante lanzó botellas y enseguida comenzaron los disparos de gases lacrimógenos y granadas de sonido", relató.
Según este joven, "había más policías que manifestantes" en el interior de la plaza cuando estallaron los disturbios, que parecen haber acabado.
Ahora, según comprobó Efe, los accesos al lugar están bloqueados por las unidades de antidisturbios, aunque queda gente en el interior de la plaza caminando con normalidad.
La prohibición de las grandes manifestaciones previstas para hoy y para el sábado 12 de diciembre —tras el final previsto de la COP21— ha levantado críticas en Francia en distintos sectores, que consideran que obedece más a razones políticas que a motivos de seguridad.