Stina Sanders es una joven modelo de Londres. Al igual que millones de personas en el mundo, su vida en Instagram no coincide con lo que hace en la realidad.
Todos van al baño, no todos cocinan los platos más visualmente atractivos, no todos logran la selfie perfecta al primer intento y no siempre se vive rodeado de las personas y cosas más interesantes del universo.
Al igual que la Barbie Hipster, Stina se esforzaba por mostrarse perfecta. Sin embargo, un día
decidió que su cuenta reflejaría lo que ella realmente es y hace.
“Quería ver qué pasaría y dejara de postear fotos glamorosas y compartiera cosas que normalmente no compartiría con mis amigos, cosas que son tabú, que fueran crudas”, explicó Sanders a People. “Personalmente pienso que Instagram es muy falso
-la cantidad de filtros, la cantidad de artificialidad- así que pensé que sería interesante”.
“Pensé que mis followers se mantendrían igual y que no iba a obtener likes, pero ocurrió extactamente lo contrario”, añadió.
“Tuve un influjo de likes pero una caída masiva de follwers”. Según ella, pasó de 13 a 10 mil.
Pero ahora, su historia inspiro a varios y recuperó más seguidores de los que ya tenía.
Cuenta con 44 mil.