Promover el uso de métodos anticonceptivos entre adolescentes no es, por ahora, parte de una política nacional, aunque según Rafael De Hoyos, del Banco Mundial, “los programas de distribución de anticonceptivos funcionan, han probado su eficacia para reducir el embarazo adolescente”.
Lo que más se acerca es el trabajo del Ministerio de Educación con los nuevos departamentos de Consejería Estudiantil. Hay 1.553 de estos departamentos funcionando en instituciones de más de 450 estudiantes, cada uno con un psicólogo educativo y uno clínico que han sido capacitados en cuatro áreas: inclusión, educación sexual, desarrollo de habilidades para la vida y violencia escolar.
En el diseño original de estos departamentos se citaba al Enipla, la hoy extinta Estrategia Nacional de Planificación y Prevención del Embarazo Adolescente, que el presidente Rafael Correa canceló en marzo de 2015 por “hedonista” y reemplazó por el Plan Familia, que según se anunció, iba a promover los valores.
Los departamentos de Consejería no tienen como prioridad promover el uso de anticonceptivos.“Cada departamento de Consejería Estudiantil determina sus prioridades, para unos será el uso de drogas, para otros la violencia”, dice Pablo Ormaza, director para la Democracia y el Buen Vivir del Ministerio de Educación.
“No podemos hablar de un estándar de que obligatoriamente vamos a trabajar en la política preventiva del embarazo”.