Alicia Villalba y Paola Godoy regresaron sus miradas al pasado de los afroecuatorianos. Esa retrospectiva está muy relacionada al África y a la llegada como esclavos al actual territorio ecuatoriano a partir del siglo XVI. Pero también a su constante lucha por la libertad y en contra de la discriminación. Por eso, a través del vestuario que ambas diseñan quieren mostrar la riqueza cultural de su pueblo.
Villalba, quien vive en la comunidad de Carpuela, diseña desde hace dos décadas vestidos de algodón. En ellos prevalecen los colores fuertes y la simbología de los afroecuatorianos que viven en el Valle del Chota, al norte de la provincia de Imbabura.
Alicia Villalba, quien maquilla a una de sus modelos, confecciona las prendas de algodón desde hace dos décadas en Carpuela, al norte de Imbabura. Su marca “Coangue” representa el antiguo nombre del Valle del Chota.
Por ejemplo, ella pinta a mano sobre la tela las leyendas que le contaron sus abuelos como la del duende que se aparecía entre los cañaverales. También dibuja los paisajes del seco valle y las tradiciones relacionadas a la siembra y la cosecha del fréjol, la tuna (fruta proveniente de un cactus) y del ovo (conocida como ciruela en la Costa).
En el vestuario resalta las costumbres relacionadas al baile de la bomba, en el que las mujeres bailan con una botella sobre la cabeza, y la banda mocha, una agrupación de músicos que interpretan las tradicionales canciones del Chota. Es similar a una banda de pueblo de la Sierra. Su nombre se origina por la forma de los instrumentos que son recortados. Este grupo de músicos toca desde la bomba hasta sanjuanitos y pasacalles.
En desfiles
“La ropa no solo es para los afroecuatorianos”, indica Alicia Villalba, de 40 años. Ella registró su marca “Coangue”, nombre con el que se denominaba durante la Colonia al Valle del Chota. Bajo esa firma también elabora máscaras de barro, aretes y otros accesorios con semillas tradicionales como el fréjol seco y cerámica.
Alicia Villalba pinta a mano sobre la tela las leyendas que le contaron sus abuelos y las tradiciones relacionadas a la cosecha del fréjol. En los collares usa semillas del sector.
Su ropa fue lucida en varios desfiles de moda de Atuntaqui y en elecciones de reina realizados en varios rincones de la provincia de Imbabura. Así, la afroecuatoriana Nicole Ocles, quien ganó en junio el Miss World Ecuador, vistió varios de sus trajes. También fue reina de Pimampiro, al norte de la provincia de los lagos.
En su propuesta hay vestimentas de 30 dólares y otras que superan los 100 dólares. Todo depende del diseño. La mayoría de sus compradores son turistas extranjeros, en especial estadounidenses y españoles. A ellos les atrae los colores fuertes, que para los afroecuatorianos representa su carisma y su alegría.
A sus raíces
En tanto que Paola Godoy, de 35 años, se enfocó en mostrar la cultura afroecuatoriana desde sus orígenes. Por eso su marca se denomina “Africa mía” y en sus vestuarios se prioriza la tela estampada de algodón, algunas provenientes del continente africano, que el metro se encuentra entre 25 y 30 dólares.
Una de sus propuestas fueron los vestidos de novia, en los cuales se combinan telas blancas con telas estampadas. Con algunos de ellos, Godoy participó en la feria Expoboda que se realizó en mayo en Guayaquil.
Los vestidos de novia de Paola Godoy se exhibieron en la feria Expoboda de Guayaquil.
Esos vestidos se complementaron con un turbante, en reemplazo del tradicional velo. Antiguamente ese accesorio lo utilizaban para esconder sus atractivas trenzas de las esposas de los hacendados, quienes a veces tenían celos y exigían el corte de cabello.
En la propuesta de Godoy se resalta ese elemento con el fin de valorar la resistencia de su pueblo ante ese caótico pasado. También se usa ese accesorio para llevar cosas sobre la cabeza. Por eso llama la atención que la mayoría de sus clientas no son mujeres afroecuatorianas.
El turbante es un accesorio que antiguamente se utilizaba para esconder las trenzas y de esa forma evitar el violento corte de cabello.
“Estoy buscando que a través de la ropa también se identifique al afroecuatoriano y no solo se convierta en una moda, sino en un complemento a nuestro arte y cultura”, señala Godoy, quien dio sus primeros pasos como diseñadora de bisutería, en las que empleaba cáscaras de naranja, y colaboraba en la elaboración de las pulseras de la cantante Mirella Cesa, quien en febrero ganó la Gaviota de Plata en el Festival Viña del Mar, en Chile. Sus prendas van acompañados de los accesorios que ella elabora. Además, los botones son elaborados con corteza de coco y concha de nácar.
Godoy, quien nació en Quinindé (Esmeraldas), recuerda que los afroecuatorianos se comunicaban cuando eran esclavos a través de su vestuario. Su siguiente paso es que se sumen más diseñadoras afroecuatorianas para que a través de la ropa se resalte su cultura y de paso marcar tendencias en la moda ecuatoriana.
Paola Godoy diseña los vestidos recordando que en el pasado los afroecuatorianos usaban su ropa para comunicarse entre ellos. Foto José Dimitrakis.