Caso Hernán Mendoza: así operaba una banda que utilizaba escopolamina para robar a jóvenes en Quito
El ingeniero en Telecomunicaciones desapareció el 26 de enero del 2024, cuando junto a un amigo acudió a una reunión en el sector de La Pradera. Aproximadamente, a las 22:30, dos desconocidos se acercaron a los jóvenes y los llevaron en un taxi.
El amigo de Mendoza reveló en su versión que los sospechosos le dieron un vaso de cerveza y luego de eso perdió el conocimiento. Horas después, apareció mareado en una calle del sur de Quito. Sin embargo, aún se desconoce el paradero de Mendoza.
Por este caso, la Policía detuvo a Franklin Geovanny A. Q., quien fue el taxista que trasladó a las víctimas y los implicados en el crimen. Actualmente, cumple prisión preventiva por el presunto delito de desaparición involuntaria.
Este sujeto, quien estaría involucrado en varios delitos de robo con el uso de escopolamina, reveló en su primera versión que aquella noche recibió la llamada de un señor conocido como ‘Don Baquero’, quien le pidió que le hiciera una carrera desde el bar de La Pradera.
Ahí se habrían subido las víctimas junto a ‘Don Baquero’ y otro sujeto que le decían el ‘Gordo’. Este último, habría pagado 50 dólares al taxista tras abandonar a Mendoza y su amigo.
“Me hicieron bajar por el puente de Guajaló hasta llegar al Terminal de Guamaní, donde se bajó el que le decían el (gordo) al cajero, que está frente al terminal. Luego, se subió nuevamente al taxi, ese rato me pagó 50 dólares”, relató Franklin Geovanny, según un documento de la Función Judicial.
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ASÍ OPERABA LA BANDA CRIMINAL
Sin embargo, esta versión contradice las investigaciones preliminares. Un reporte de Teleamazonas menciona que esta banda operaba a través de dos hombres, encargados de engañar a jóvenes a la salida de discotecas o bares.
Se ganaban su confianza para que tomaran alguna bebida contaminada con escopolamina. Después, intervenía un taxista como Franklin Geovanny A. Q., quien trasladaba a las víctimas hasta un cajero para el retiro del dinero.
Posteriormente, las víctimas eran abandonadas en distintos sectores de la capital. De acuerdo al reporte del medio antes citado, la banda criminal operaba los fines de semana.
Mientras tanto, la familia de Hernán Mendoza continúa luchando para encontrar al joven y que el caso se esclarezca.
El miércoles 14 de febrero, hicieron un plantón en los exteriores del Palacio de Carondelet y durante el pasado fin de semana efectuaron búsquedas en varios sectores del sur de Quito.
